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  • Entonces uno de ellos le dijo: "Volveré a verte sin falta en el año entrante, y para ese entonces Sara habrá tenido un hijo". Mientras tanto, Sara había estado escuchando a la entrada de la carpa, que estaba justo detrás de él. (Génesis 18, 10)

  • Mientras tanto, el Señor pensaba: "¿Dejaré que Abraham ignore lo que ahora voy a realizar, (Génesis 18, 17)

  • Los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer, mientras Lot estaba sentado a la puerta de la ciudad. Al verlos, se levantó para saludarlos, e inclinándose hasta el suelo, (Génesis 19, 1)

  • y dijo a sus servidores: "Quédense aquí con el asno, mientras yo y el muchacho seguimos adelante. Daremos culto a Dios, y después volveremos a reunirnos con ustedes". (Génesis 22, 5)

  • Yo me quedaré parado junto a la fuente, mientras las hijas de los pobladores de la ciudad vienen a sacar agua. (Génesis 24, 13)

  • Mientras tanto, el hombre la contemplaba en silencio, deseoso de saber si el Señor le permitiría lograr su cometido o no. (Génesis 24, 21)

  • También hizo regalos a los hijos de sus otras mujeres, pero mientras vivía, los apartó de su hijo Isaac, enviándolos hacia el este, a las regiones orientales. (Génesis 25, 6)

  • En cierta ocasión, Esaú volvió exhausto del campo, mientras Jacob estaba preparando un guiso. (Génesis 25, 29)

  • Mientras Isaac estaba en Guerar, (Génesis 26, 6)

  • Mientras tanto, fue a verlo Abimélec, que venía de Guerar junto con Ajuzat, su consejero, y Picol, el jefe de su ejército. (Génesis 26, 26)

  • Cuando el Señor vio que Lía no era amada, la hizo fecunda, mientras que Raquel permaneció estéril. (Génesis 29, 31)

  • Rubén salió una vez mientras se estaba cosechando el trigo, y encontró en el campo unas mandrágoras, que luego entregó a su madre. Entonces Raquel dijo a Lía: "Por favor, dame algunas de esas mandrágoras que trajo tu hijo". (Génesis 30, 14)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina