Gefunden 677 Ergebnisse für: manos

  • Ustedes dicen: "¡Qué fastidio!" y me provocan dice el Señor de los ejércitos. Cuando traen un animal robado, rengo o enfermo, cuando traen esas ofrendas, ¿puedo yo aceptarlas de sus manos?, dice el Señor. (Malaquías 1, 13)

  • Ustedes hacen todavía otra cosa: cubren el altar del Señor de lágrimas, llantos y gemidos, porque él no se vuelve más hacia la ofrenda, ni la acepta de las manos de ustedes. (Malaquías 2, 13)

  • diciéndole: «Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra». (Mateo 4, 6)

  • «¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de nuestros antepasados y no se lavan las manos antes de comer?». (Mateo 15, 2)

  • Estas son las cosas que hacen impuro al hombre, no el comer sin haberse lavado las manos». (Mateo 15, 20)

  • Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: (Mateo 17, 22)

  • Si tu mano o tu pie son para ti ocasión de pecado, córtalos y arrójalos lejos de ti, porque más te vale entrar en la Vida manco o lisiado, que ser arrojado con tus dos manos o tus dos pies en el fuego eterno. (Mateo 18, 8)

  • E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. (Mateo 18, 34)

  • Le trajeron entonces a unos niños para que les impusiera las manos y orara sobre ellos. Los discípulos los reprendieron, (Mateo 19, 13)

  • Y después de haberles impuesto las manos, se fue de allí. (Mateo 19, 15)

  • Entonces el rey dijo a los guardias: "Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes". (Mateo 22, 13)

  • Luego volvió junto a sus discípulos y les dijo: «Ahora pueden dormir y descansar: ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. (Mateo 26, 45)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina