Gefunden 94 Ergebnisse für: hierro

  • El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el prójimo. (Proverbios 27, 17)

  • Si el hierro está mellado, y no lo afilan, es preciso redoblar las fuerzas: por eso es provechoso emplear bien la sabiduría. (Eclesiastés 10, 10)

  • La arena, la sal y una masa de hierro pesan menos que un hombre sin inteligencia. (Eclesiástico 22, 15)

  • Porque su yugo es un yugo de hierro y sus cadenas son cadenas de bronce. (Eclesiástico 28, 20)

  • Lo mismo pasa con el herrero, sentado junto al yunque, con la atención fija en el hierro que forja: el vaho del fuego derrite su carne y él se debate con el calor de la fragua; el ruido del martillo ensordece sus oídos y sus ojos están fijos en el modelo del objeto; pone todo su empeño en acabar sus obras y se desvela por dejarlas bien terminadas. (Eclesiástico 38, 28)

  • Lo más indispensable para la vida del hombre es el agua y el fuego, el hierro y la sal, la harina de trigo, la leche y la miel, la sangre de la vid, el aceite y la ropa: (Eclesiástico 39, 26)

  • Ezequías fortificó su ciudad e hizo llegar el agua dentro de sus muros, con el hierro horadó la roca y construyó cisternas para las aguas. (Eclesiástico 48, 17)

  • él corta con el hierro la espesura del bosque, y cae el Líbano con su esplendor. (Isaías 10, 34)

  • Yo iré delante de ti y allanaré los cerros; romperé las puertas de bronce y haré saltar los cerrojos de hierro. (Isaías 45, 2)

  • Yo sabía que tú eres obstinado, que tu cerviz es una barra de hierro y que tu frente es de bronce. (Isaías 48, 4)

  • Haré llegar oro en lugar de bronce y plata en lugar de hierro; bronce en lugar de madera y hierro en lugar de piedra. Por magistrados te daré la Paz y por gobernantes, la Justicia. (Isaías 60, 17)

  • Mira que hoy hago de ti una plaza fuerte, una columna de hierro, una muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes de Judá y a sus jefes, a sus sacerdotes y al pueblo del país. (Jeremías 1, 18)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina