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  • Los hijos de Reuel fueron: Nájat, Zéraj, Samá y Mizá. Estos son los descendientes de Basmat, la mujer de Esaú. (Génesis 36, 13)

  • -sus hijos y sus nietos, sus hijas y sus nietas- porque él había llevado consigo a todos sus descendientes. (Génesis 46, 7)

  • Estos son los descendientes de Bilhá, la esclava que Labán había dado a su hija Raquel. De ella le nacieron a Jacob estas siete personas. (Génesis 46, 25)

  • Toda la familia de Jacob que emigró a Egipto -sus propios descendientes, sin contar a las mujeres de sus hijos- sumaban un total de sesenta y seis personas. (Génesis 46, 26)

  • Los descendientes de Jacob eran, en total, setenta personas. José ya estaba en Egipto. (Exodo 1, 5)

  • Los nombres de los hijos de Leví, con sus descendientes, fueron estos: Gersón, Quehat y Merarí. Leví vivió ciento treinta y siete años. (Exodo 6, 16)

  • Los hijos de Merarí fueron Majlí y Musí. Estos son los clanes de Leví con sus descendientes. (Exodo 6, 19)

  • Después Moisés dijo: "El Señor ordena lo siguiente: Llenen de maná un recipiente de unos cuatro litros, y consérvenlo para que sus descendientes vean el alimento que les di de comer cuando los hice salir de Egipto". (Exodo 16, 32)

  • Aarón y sus hijos los usarán cuando entren en la Carpa del Encuentro o se acerquen al altar para el culto del Santuario. De esa manera, no incurrirán en culpa y no morirán. Este es un decreto irrevocable para Aarón y sus descendientes. (Exodo 28, 43)

  • Se lavarán las manos y los pies, para no morir. Este es un decreto irrevocable para Aarón y sus descendientes, a través de las generaciones. (Exodo 30, 21)

  • El Señor dijo a Moisés: "Vete de aquí, tú y el pueblo que hiciste salir de Egipto, y sube al país que yo prometí con un juramento a Abra- ham, a Isaac y a Jacob, cuando les aseguré que daría esa tierra a sus descendientes. (Exodo 33, 1)

  • Podrán comerla todos los varones descendientes de Aarón, como un derecho que tendrán siempre, a lo largo de las generaciones, sobre las ofrendas que se queman para el Señor. Todo lo que toque esas ofrendas quedará santificado. (Levítico 6, 11)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina