Gefunden 17 Ergebnisse für: asalto

  • A la señal dada con el cuerno, cuando ustedes oigan el sonido de las trompetas, todo el pueblo prorrumpirá en fuertes gritos de guerra. Entonces los muros de la ciudad caerán sobre sí mismos, y el pueblo se lanzará al asalto, cada uno hacia lo que tenga adelante". (Josué 6, 5)

  • Del campamento filisteo salió un cuerpo de asalto dividido en tres grupos: uno tomó la dirección de Ofrá, hacia el país de Sual; (I Samuel 13, 17)

  • El pánico cundió en el campamento, en la campaña y entre todo el pueblo; la guarnición y el cuerpo de asalto también quedaron aterrorizados. Tembló la tierra, y reinó el terror de Dios. (I Samuel 14, 15)

  • Amasías derrotó a los edomitas en el valle de la Sal, en número de diez mil, y tomó por asalto la Roca, a la que llamó Iocteel, nombre que conserva hasta el día de hoy. (II Reyes 14, 7)

  • El año ciento cincuenta, se reunieron todos y sitiaron la Ciudadela, construyendo torres de asalto y empalizadas. (I Macabeos 6, 20)

  • Durante mucho tiempo estuvo sitiando el Santuario. Levantó contra él ballestas y torres de asalto, lanzallamas y catapultas, lanza flechas y hondas. (I Macabeos 6, 51)

  • En aquellos días Simón acampó frente a Gázara y la sitió con sus tropas. Fabricó una torre móvil de asalto y la acercó a la ciudad; así embistió uno de los baluartes y lo tomó. (I Macabeos 13, 43)

  • El sabio toma por asalto una ciudad de valientes y abate la fuerza en que ella confiaba. (Proverbios 21, 22)

  • Mira el país de los caldeos, ese pueblo que ya no existe; Asiria lo destinó a las fieras del desierto: levantaron sus torres de asalto, demolieron sus palacios, lo redujeron a escombros. (Isaías 23, 13)

  • inspirará la justicia a los que se sientan en el tribunal, y dará fortaleza a los que rechazan el asalto a las puertas. (Isaías 28, 6)

  • Yo acamparé contra ti, como David, te cercaré con empalizadas y levantaré contra ti torres de asalto. (Isaías 29, 3)

  • ¡Emprendan contra ella una guerra santa! ¡De pie, subamos al asalto en pleno mediodía! ¡Ay de nosotros, porque declina el día, se alargan las sombras del atardecer! (Jeremías 6, 4)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina