Gefunden 7858 Ergebnisse für:

  • Pero esa noche, Dios se presentó en sueños a Abimélec y le dijo: "Tú vas a morir a causa de la mujer que has tomado, porque es casada". (Génesis 20, 3)

  • Pero ahora, devuélvele la mujer a ese hombre. Él es un profeta, y va a interceder en tu favor, para que salves tu vida. Si no se la devuelves, ten la plena seguridad de que morirás, tú y todos los tuyos". (Génesis 20, 7)

  • Entonces Abimélec llamó a Abraham y le dijo: "¿Qué nos has hecho? ¿En qué te he ofendido, para que nos expusieras, a mí y a mi reino, a cometer un pecado tan grave? Tú has hecho conmigo lo que no se debe". (Génesis 20, 9)

  • Por eso, cuando Dios me hizo andar errante, lejos de mi casa paterna, le dije: ‘Tienes que hacerme este favor: cualquiera sea el lugar donde lleguemos, dirás que soy tu hermano’". (Génesis 20, 13)

  • Después le dijo: "Mi país está a tu disposición: radícate donde mejor te parezca". (Génesis 20, 15)

  • Y a Sara le dijo: "He dado mil monedas de plata a tu hermano. Esto eliminará toda sospecha contra ti en aquellos que están contigo, y tú quedarás enteramente rehabilitada". (Génesis 20, 16)

  • Pero Dios le dijo: "No te aflijas por el niño y por tu esclava. Concédele a Sara lo que ella te pide, porque de Isaac nacerá la descendencia que llevará tu nombre. (Génesis 21, 12)

  • Y en cuanto al hijo de la esclava, yo haré de él una gran nación, porque también es descendiente tuyo". (Génesis 21, 13)

  • y fue a sentarse aparte, a la distancia de un tiro de flecha, pensando: "Al menos no veré morir al niño". Y cuando estuvo sentada aparte, prorrumpió en sollozos. (Génesis 21, 16)

  • Levántate, alza al niño y estréchalo bien en tus brazos, porque yo haré de él una gran nación". (Génesis 21, 18)

  • Este replicó: "No tengo idea de quién pudo haber hecho esto. Tú no me lo hiciste saber, y hasta ahora yo no me había enterado de nada". (Génesis 21, 26)

  • "Significan -respondió Abraham- que tú me vas a aceptar estas siete corderas como una prueba de que el pozo lo he cavado yo". (Génesis 21, 30)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina