Gefunden 58 Ergebnisse für: Siquem

  • Todos los que se reunían en la puerta de la ciudad accedieron a la propuesta de Jamor y de su hijo Siquém, y todos se hicieron circuncidar. (Génesis 34, 24)

  • También pasaron al filo de la espada a Jamor y a su hijo Siquém, rescataron a Dina, que estaba en la casa de Siquém, y se fueron. (Génesis 34, 26)

  • Ellos entregaron a Jacob todos los dioses extraños que tenían consigo y los aros que llevaban en sus orejas, y Jacob los enterró debajo de la encina que está cerca de Siquém. (Génesis 35, 4)

  • Un día, sus hermanos habían ido hasta Siquém para apacentar el rebaño de su padre. (Génesis 37, 12)

  • Entonces Israel dijo a José: "Tus hermanos están con el rebaño en Siquém. Quiero que vayas a verlos". "Está bien", respondió él. (Génesis 37, 13)

  • Su padre añadió: "Ve a ver cómo les va a tus hermanos y al rebaño, y tráeme noticias". Y lo envió desde el valle de Hebrón. Cuando José llegó a Siquém, (Génesis 37, 14)

  • La frontera de Manasés, por el lado de Aser, era Micmetat, que está enfrente de Siquém; luego seguía hacia el sur, hasta Iasib, la fuente de Tapúaj. (Josué 17, 7)

  • Con este fin, los israelitas consagraron las siguientes ciudades: Quedes, en Galilea, en la montaña de Neftalí; Siquém, en la montaña de Efraím; Quiriat Arba -o sea Hebrón- en la montaña de Judá. (Josué 20, 7)

  • A ellos les dieron Siquém, en la montaña de Efraím -la ciudad de refugio para los homicidas- con sus correspondientes campos de pastoreo, y también Guézer, (Josué 21, 21)

  • Josué reunió en Siquém a todas las tribus de Israel, y convocó a los ancianos de Israel, a sus jefes, a sus jueces y a sus escribas, y ellos se presentaron delante del Señor. (Josué 24, 1)

  • Aquel día Josué estableció una alianza para el pueblo, y les impuso una legislación y un derecho, en Siquém. (Josué 24, 25)

  • Los huesos de José, que los israelitas trasladaron desde Egipto, fueron enterrados en Siquém, en la parcela de campo que Jacob había comprado a los hijos de Jamor, padre de Siquém, por cien monedas de plata, y que había pasado a ser propiedad de los hijos de José. (Josué 24, 32)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina