Gefunden 47 Ergebnisse für: Rubén

  • Lía concibió y dio a luz un hijo, al que llamó Rubén, porque dijo: "El Señor ha visto mi aflicción; ahora sí que mi esposo me amará". (Génesis 29, 32)

  • Rubén salió una vez mientras se estaba cosechando el trigo, y encontró en el campo unas mandrágoras, que luego entregó a su madre. Entonces Raquel dijo a Lía: "Por favor, dame algunas de esas mandrágoras que trajo tu hijo". (Génesis 30, 14)

  • Mientras acampaba en aquella región, Rubén se acostó con Bilhá, la concubina de su padre, e Israel se enteró. Jacob tuvo doce hijos. (Génesis 35, 22)

  • Los hijos de Lía fueron Rubén, el primogénito de Jacob, Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón. (Génesis 35, 23)

  • Pero Rubén, al oír esto, trató de salvarlo diciendo: "No atentemos contra su vida". (Génesis 37, 21)

  • Cuando Rubén volvió a la cisterna y se dio cuenta de que José había desaparecido, desgarró su ropa, (Génesis 37, 29)

  • Rubén les respondió: "¿Acaso no les advertí que no cometieran ese delito contra el muchacho? Pero ustedes no quisieron hacer caso, y ahora se nos pide cuenta de su sangre". (Génesis 42, 22)

  • Pero Rubén le respondió: "Podrás matar a mis dos hijos si no te lo traigo de vuelta. Déjalo bajo mi cuidado, y yo te lo devolveré sano y salvo". (Génesis 42, 37)

  • Los nombres de los hijos de Israel -o sea, Jacob y sus hijos- que emigraron a Egipto son los siguientes: Rubén el primogénito de Jacob, (Génesis 46, 8)

  • y los hijos de Rubén: Henoc, Palú, Jesrón y Carmí. (Génesis 46, 9)

  • Ahora bien, los dos hijos que tuviste en Egipto antes que yo viniera a reunirme contigo, serán mis hijos. Efraím y Manasés serán míos, como lo son Rubén y Simeón. (Génesis 48, 5)

  • ¡Tú, Rubén, mi primogénito, mi fuerza y el primer fruto de mi vigor, el primero en dignidad, y el primero en poder! (Génesis 49, 3)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina