Gefunden 1034 Ergebnisse für: Promesa de David
Por eso Dios, queriendo dar a los herederos de la promesa una prueba más clara de que su decisión era irrevocable, la garantizó con un juramento. (Hebreos 6, 17)
De esa manera, hay dos realidades irrevocables -la promesa y el juramento- en las que Dios no puede engañarnos. Y gracias a ellas, nosotros, los que acudimos a él, nos sentimos poderosamente estimulados a aferrarnos a la esperanza que se nos ofrece. (Hebreos 6, 18)
Mantengamos firmemente la confesión de nuestra esperanza, porque aquel que ha hecho la promesa es fiel. (Hebreos 10, 23)
Ustedes necesitan constancia para cumplir la voluntad de Dios y entrar en posesión de la promesa. (Hebreos 10, 36)
Por la fe, vivió como extranjero en la Tierra prometida, habitando en carpas, lo mismo que Isaac y Jacob, herederos con él de la misma promesa. (Hebreos 11, 9)
¿Y qué más puedo decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los Profetas. (Hebreos 11, 32)
Pero, aunque su fe los hizo merecedores de un testimonio tan valioso, ninguno de ellos entró en posesión de la promesa. (Hebreos 11, 39)
Aquel que en esa ocasión hizo temblar la tierra con su voz, ahora nos ha hecho esta promesa: Una vez más haré temblar no sólo la tierra, sino también el cielo. (Hebreos 12, 26)
y que dirán: «¿Dónde está la promesa de su Venida? Nuestros padres han muerto y todo sigue como al principio de la creación». (II Pedro 3, 4)
Pero nosotros, de acuerdo con la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia. (II Pedro 3, 13)
La promesa que él nos hizo es esta: la Vida eterna. (I Juan 2, 25)
Escribe al Ángel de la Iglesia de Filadelfia: «El Santo, el que dice la Verdad, el que posee la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir, afirma: (Apocalipsis 3, 7)