Gefunden 971 Ergebnisse für: Moisés y Faraón
al Faraón, rey de Egipto, a sus servidores, a sus príncipes y a todo su pueblo; (Jeremías 25, 19)
Además, las tropas del Faraón habían salido de Egipto, y los caldeos que sitiaban a Jerusalén, al oír la noticia, habían levantado el asedio. (Jeremías 37, 5)
Así habla el Señor, el Dios de Israel: Esto es lo que le dirán al rey de Judá, que los envía a consultarme: El ejército del Faraón que salió en auxilio de ustedes, se volverá a su país, a Egipto. (Jeremías 37, 7)
Como el ejército de los caldeos se había alejado de Jerusalén por el avance de las tropas del Faraón, (Jeremías 37, 11)
Toma en tus manos unas piedras grandes, y húndelas, a la vista de algunos judíos, en el cemento del piso de ladrillos que está a la entrada de la casa del Faraón, en Tafnis. (Jeremías 43, 9)
Así habla el Señor: Voy a entregar al faraón Jofrá, rey de Egipto, en manos de sus enemigos y en manos de los que atentan contra su vida, como entregué a Sedecías, rey de Judá, en manos de su enemigo Nabucodonosor, rey de Babilonia, que intentaba quitarle la vida". (Jeremías 44, 30)
Para Egipto, concerniente al ejército del faraón Necao, rey de Egipto, que se encontraba junto al río Éufrates, en Carquemis, y a quien Nabucodonosor, rey de Babilonia, derrotó en el cuarto año de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá. (Jeremías 46, 2)
Den este nombre al Faraón, rey de Egipto: "Puro alboroto, pero a destiempo". (Jeremías 46, 17)
El Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, ha dicho: "Yo voy a castigar a Amón de No, al Faraón y a Egipto, a todos sus dioses y a sus reyes, al Faraón y a los que confían en él. (Jeremías 46, 25)
Palabra del Señor, concerniente a los filisteos, que llegó al profeta Jeremías antes que el Faraón derrotara a Gaza. (Jeremías 47, 1)
Por eso han caído sobre nosotros tantas calamidades, así como también la maldición que el Señor profirió por medio de Moisés, su servidor, el día en que hizo salir a nuestros padres del país de Egipto, para darnos una tierra que mana leche y miel. Esto es lo que nos sucede en el día de hoy. (Baruc 1, 20)
Nunca se hizo bajo el cielo nada semejante a lo que él hizo en Jerusalén, conforme a lo que está escrito en la Ley de Moisés, (Baruc 2, 2)