Gefunden 839 Ergebnisse für: Judá y Simeón

  • Luego volvió a concebir, y tuvo otro hijo. Entonces exclamó: "El Señor se dio cuenta de que yo no era amada, y por eso me dio también a este". Y lo llamó Simeón. (Génesis 29, 33)

  • Finalmente, volvió a concebir y a tener un hijo. Entonces exclamó: "Esta vez alabaré al Señor", y lo llamó Judá. Después dejó de tener hijos. (Génesis 29, 35)

  • Al tercer día, cuando todavía estaban convalecientes, Simeón y Leví, dos de los hijos de Jacob, hermanos de Dina, empuñaron cada uno su espada, entraron en la ciudad sin encontrar ninguna resistencia, y mataron a todos los varones. (Génesis 34, 25)

  • Entonces Jacob dijo a Simeón y a Leví: "Ustedes me han puesto en un grave aprieto, haciéndome odioso a los cananeos y perizitas que habitan en este país. Yo dispongo de pocos hombres, y si ellos se unen contra mí y me atacan, seré aniquilado con toda mi familia". (Génesis 34, 30)

  • Los hijos de Lía fueron Rubén, el primogénito de Jacob, Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón. (Génesis 35, 23)

  • Entonces Judá dijo a sus hermanos: "¿Qué ganamos asesinando a nuestro hermano y ocultando su sangre? (Génesis 37, 26)

  • Por aquel tiempo, Judá se alejó de sus hermanos y entró en amistad con un hombre de Adulám llamado Jirá. (Génesis 38, 1)

  • Más tarde, Judá casó a Er, su hijo mayor, con una mujer llamada Tamar. (Génesis 38, 6)

  • Judá dijo entonces a Onán: "Únete a la viuda de Er, para cumplir con tus deberes de cuñado y asegurar una descendencia a tu hermano". (Génesis 38, 8)

  • Entonces Judá dijo a su nuera Tamar: "Vive como una viuda en la casa de tu padre, hasta que crezca mi hijo Selá", porque temía que este corriera la misma suerte que sus hermanos. Por eso Tamar se fue a vivir a la casa de su padre. (Génesis 38, 11)

  • Mucho tiempo después, murió la esposa de Judá, la hija de Súa. Una vez concluido el duelo, Judá se dirigió hacia Timná en compañía de su amigo Jirá, el adulamita, porque allí esquilaban sus ovejas. (Génesis 38, 12)

  • Como tenía la cara tapada, al verla, Judá pensó que era una prostituta. (Génesis 38, 15)


“A maior caridade é aquela que arranca as pessoas vencidas pelo demônio, a fim de ganhá-las para Cristo. E isso eu faço assiduamente, noite e dia.” São Padre Pio de Pietrelcina