Gefunden 56 Ergebnisse für: Josías

  • Fue el año dieciocho del reinado de Josías cuando se celebró esta Pascua. (II Crónicas 35, 19)

  • Después de todo esto, cuando Josías ya había reorganizado el culto del Templo, subió Necao, rey de Egipto, para combatir en Carquemís, junto al río Éufrates. Josías le salió al paso, (II Crónicas 35, 20)

  • Pero Josías no cedió, y se obstinó en combatirlo. Sin escuchar las palabras de Necao, que procedían de la boca de Dios, fue a presentarle batalla en la llanura de Meguido. (II Crónicas 35, 22)

  • Los arqueros dispararon contra el rey Josías, y este dijo a sus servidores: "Sáquenme, porque estoy gravemente herido". (II Crónicas 35, 23)

  • Sus servidores lo sacaron de su carro de guerra, lo subieron a otro carro y lo llevaron a Jerusalén, donde murió. Él fue sepultado en los sepulcros de sus padres, y todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías. (II Crónicas 35, 24)

  • Jeremías compuso una lamentación sobre Josías, y todos los cantores y cantoras han hablado de él en sus cantos fúnebres hasta el día de hoy. Estos cantos se hicieron tradicionales en Israel y ahora están escritos en las Lamentaciones. (II Crónicas 35, 25)

  • El resto de los hechos del rey Josías, sus obras de piedad, acordes con lo que prescribe la Ley del Señor, (II Crónicas 35, 26)

  • El pueblo del país tomó entonces a Joacaz, hijo de Josías, y lo proclamó rey en Jerusalén en lugar de su padre. (II Crónicas 36, 1)

  • El recuerdo de Josías es una mezcla de aromaspreparada por el arte de un perfumista; es dulce como la miel al paladar, como música en medio de un banquete. (Eclesiástico 49, 1)

  • A excepción de David, Ezequías y Josías, todos no hicieron más que prevaricar; por haber abandonado la Ley del Altísimo, los reyes de Judá fueron abandonados. (Eclesiástico 49, 4)

  • La palabra del Señor le llegó en los días de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, en el año decimotercero de su reinado; (Jeremías 1, 2)

  • y también en los días de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del undécimo año de Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá, es decir, hasta la deportación de Jerusalén en el quinto mes. (Jeremías 1, 3)


“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina