Gefunden 5572 Ergebnisse für: Hijo de Dios

  • Esto afligió profundamente a Abraham, ya que el otro también era hijo suyo. (Génesis 21, 11)

  • Pero Dios le dijo: "No te aflijas por el niño y por tu esclava. Concédele a Sara lo que ella te pide, porque de Isaac nacerá la descendencia que llevará tu nombre. (Génesis 21, 12)

  • Y en cuanto al hijo de la esclava, yo haré de él una gran nación, porque también es descendiente tuyo". (Génesis 21, 13)

  • Dios escuchó la voz del niño, y el Ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo: "¿Qué te pasa, Agar?", le dijo. "No temas, porque Dios ha oído la voz del niño que está ahí. (Génesis 21, 17)

  • En seguida Dios le abrió los ojos, y ella divisó un pozo de agua. Fue entonces a llenar el odre con agua y dio de beber al niño. (Génesis 21, 19)

  • Dios acompañaba al niño y este fue creciendo. Su morada era el desierto, y se convirtió en un arquero experimentado. (Génesis 21, 20)

  • Por aquel tiempo, Abimélec, que iba acompañado de Picol, el jefe de su ejército, dijo a Abraham: "Dios está contigo en todo lo que haces. (Génesis 21, 22)

  • Júrame por Dios aquí mismo, que nunca te vas a comportar falsamente conmigo o con mi estirpe o mi posteridad, y que nos vas a dar, a mí y al país donde resides, las mismas pruebas de lealtad que yo te he dado". (Génesis 21, 23)

  • Abraham, por su parte, plantó un tamarisco en Berseba e invocó el nombre del Señor Dios, el Eterno. (Génesis 21, 33)

  • Después de estos acontecimientos, Dios puso a prueba a Abraham. "¡Abraham!", le dijo. Él respondió: "Aquí estoy". (Génesis 22, 1)

  • Entonces Dios le siguió diciendo: "Toma a tu hijo único, el que tanto amas, a Isaac; ve a la región de Moria, y ofrécelo en holocausto sobre la montaña que yo te indicaré". (Génesis 22, 2)

  • A la madrugada del día siguiente, Abraham ensilló su asno, tomó consigo a dos de sus servidores y a su hijo Isaac, y después de cortar la leña para el holocausto, se dirigió hacia el lugar que Dios le había indicado. (Génesis 22, 3)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina