Gefunden 370 Ergebnisse für: Eres

  • "Tú ya eres viejo, le dijeron, y tus hijos no siguen tus pasos. Ahora danos un rey para que nos gobierne, como lo tienen todas las naciones". (I Samuel 8, 5)

  • Pero Eliab, su hermano mayor, al oírlo hablar así con esos hombres, se irritó contra él y exclamó: "¿Para qué has bajado aquí? ¿Y con quién has dejado esas pocas ovejas en el desierto? Ya sé que eres un atrevido y un mal intencionado: ¡tú has bajado para ver la batalla!". (I Samuel 17, 28)

  • Pero Saúl respondió a David: "Tú no puedes batirte con ese filisteo, porque no eres más que un muchacho, y él es un hombre de guerra desde su juventud". (I Samuel 17, 33)

  • Saúl le preguntó: "¿De quién eres hijo, muchacho?". David respondió: "Soy hijo de tu servidor Jesé, el de Belén". (I Samuel 17, 58)

  • ¡Mira, padre mío, sí, mira en mi mano el borde de tu manto! Si yo corté el borde de tu manto y no te maté, tienes que comprender que no hay en mí ni perfidia ni rebeldía, y que no he pecado contra ti. ¡Eres tú el que me acechas para quitarme la vida! (I Samuel 24, 12)

  • Y empezó a gritar a la tropa y a Abner, hijo de Ner: "Abner, ¿vas a responderme?". Abner respondió: "¿Quién eres tú, que gritas al rey?". (I Samuel 26, 14)

  • David dijo a Abner: "¿No eres todo un hombre? ¿Quién hay como tú en Israel? ¿Por qué entonces no has custodiado al rey, tu señor? Porque uno del pueblo ha venido a matar al rey, tu señor. (I Samuel 26, 15)

  • La mujer vio a Samuel y lanzó un fuerte grito. Luego dijo a Saúl: "¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!". (I Samuel 28, 12)

  • Entonces Aquís llamó a David y le dijo: "¡Por la vida del Señor, tú eres un hombre derecho! Me gusta verte actuar conmigo en el ejército, porque no te he sorprendido en nada malo, desde que te presentaste a mí hasta el día de hoy. Pero tú no eres persona grata a los príncipes. (I Samuel 29, 6)

  • Aquís respondió a David: "Sí, ya lo sé. Tú eres tan grato a mis ojos como un ángel de Dios. Pero los jefes filisteos han dicho que no subas con nosotros al combate. (I Samuel 29, 9)

  • Luego David le preguntó: "¿De quién eres y de dónde vienes?". Él respondió: "Soy un muchacho egipcio, esclavo de un amalecita. Mi dueño me abandonó hace tres días, porque caí enfermo. (I Samuel 30, 13)

  • Él me preguntó: ‘¿Quién eres?’. Yo le respondí: ‘Soy un amalecita’. (II Samuel 1, 8)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina