Gefunden 151 Ergebnisse für: Enemigo

  • Apenas terminó de hablar, se lanzó sorpresivamente sobre el enemigo, y Serón fue aplastado con todo su ejército. (I Macabeos 3, 23)

  • Apenas Judas terminó de hablar, se asomó por las montañas un destacamento enemigo. (I Macabeos 4, 19)

  • Luego los ordenó en tres columnas y los hizo avanzar por detrás del enemigo, tocando las trompetas y orando a gritos. (I Macabeos 5, 33)

  • Él fue el primero en cruzar el río en dirección al enemigo, y toda su gente lo siguió. Todos los paganos quedaron derrotados ante ellos, arrojaron sus armas y corrieron a refugiarse en el templo de Carnain. (I Macabeos 5, 43)

  • En cuanto al resto de la caballería, el rey la ubicó a un lado y a otro, sobre los dos flancos del ejército, con la misión de hostigar al enemigo y cubrir a los batallones. (I Macabeos 6, 38)

  • El rey envió entonces a Nicanor, uno de sus generales más distinguidos y enemigo acérrimo de Israel, con la orden expresa de exterminar al pueblo. (I Macabeos 7, 26)

  • "¡Que los romanos y la nación de los judíos tengan felicidad en el mar y en la tierra para siempre! ¡Lejos de ellos la espada y el enemigo! (I Macabeos 8, 23)

  • El ejército enemigo salió del campamento y se aprestó para enfrentarlos. La caballería se había dividido en dos escuadrones; en primera línea, avanzaban los más aguerridos, precedidos por los arqueros y los honderos. (I Macabeos 9, 11)

  • El enemigo nos asedia por delante y por detrás, de un lado están las aguas del Jordán y del otro, los pantanos y las malezas; no hay escapatoria posible. (I Macabeos 9, 45)

  • "El rey Demetrio saluda a la nación de los judíos. Nos hemos enterado con satisfacción de que ustedes han observado los pactos hechos con nosotros y han perseverado en nuestra amistad, sin pasarse al enemigo. (I Macabeos 10, 26)

  • Luego reanudó el combate, derrotó al enemigo y lo puso en fuga. (I Macabeos 11, 72)

  • Al ver esto, los hombres de Jonatán que huían se unieron de nuevo a él, persiguieron juntos al enemigo hasta su campamento en Quedes, y acamparon allí. (I Macabeos 11, 73)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina