Gefunden 919 Ergebnisse für: Descendencia de Moisés

  • Esto quiere decir que los hijos de Dios no son los que han nacido de la carne, y que la verdadera descendencia son los hijos de la promesa. (Romanos 9, 8)

  • Porque él dijo a Moisés: Seré misericordioso con el que yo quiera, y me compadeceré del que quiera compadecerme. (Romanos 9, 15)

  • Moisés, en efecto, escribe acerca de la justicia que proviene de la Ley: El hombre que la practique vivirá por ella. (Romanos 10, 5)

  • Pero vuelvo a preguntarme: ¿Es posible que Israel no haya comprendido? Ya lo dijo Moisés: Yo los pondré celosos con algo que no es un pueblo, los irritaré con una nación insensata. (Romanos 10, 19)

  • Porque está escrito en la Ley de Moisés: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Será que Dios se preocupa de los bueyes? (I Corintios 9, 9)

  • y para todos, la marcha bajo la nube y el paso del mar, fue un bautismo que los unió a Moisés. (I Corintios 10, 2)

  • Ahora bien, si el ministerio que lleva a la muerte -grabado sobre piedras- fue inaugurado con tanta gloria que los israelitas no podían fijar sus ojos en el rostro de Moisés, por el resplandor -aunque pasajero- de ese rostro, (II Corintios 3, 7)

  • y no como Moisés, que se cubría el rostro con un velo para impedir que los israelitas vieran el fin de un esplendor pasajero. (II Corintios 3, 13)

  • Sí, hasta el día de hoy aquel velo les cubre la inteligencia siempre que leen a Moisés. (II Corintios 3, 15)

  • Las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. La Escritura no dice: «y a los descendientes», como si se tratara de muchos, sino en singular: y a tu descendencia, es decir, a Cristo. (Gálatas 3, 16)

  • Así como Janés y Jambrés se opusieron a Moisés, ellos también se opondrán a la verdad: son hombres de mentalidad corrompida, descalificados en lo que refiere a la fe. (II Timoteo 3, 8)

  • Él es fiel a Dios, que lo constituyó como tal, así como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios. (Hebreos 3, 2)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina