Gefunden 97 Ergebnisse für: Cielos

  • ¡Griten de alegría, cielos, regocíjate, tierra! ¡Montañas, prorrumpan en gritos de alegría, porque el Señor consuela a su pueblo y se compadece de sus pobres! (Isaías 49, 13)

  • Yo visto los cielos de negro y los cubro con ropa de luto. (Isaías 50, 3)

  • ¡Espántense de esto, cielos, horrorícense y queden paralizados! -oráculo del Señor-. (Jeremías 2, 12)

  • Miro a la tierra, y es un caos, a los cielos, y ya no tienen su luz. (Jeremías 4, 23)

  • A causa de esto, el país estará de duelo y se oscurecerán los cielos en lo alto, porque yo hablé y no me arrepentiré, lo decidí y no me retractaré. (Jeremías 4, 28)

  • Los expondrán ante el sol y la luna, y ante todo el Ejército de los cielos, a los que ellos amaron y sirvieron, a los que ellos siguieron y consultaron, y ante los cuales se postraron. Y no serán recogidos ni enterrados, sino que se convertirán en estiércol sobre la superficie del suelo. (Jeremías 8, 2)

  • Las casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá serán impuras como el lugar de Tófet: sí, todas esas casas sobre cuyos techos se quemó incienso a todo el Ejército de los cielos y se derramaron libaciones a otros dioses. (Jeremías 19, 13)

  • Así habla el Señor: Si se pudieran medir los cielos en lo alto y explorar aquí abajo los cimientos de la tierra, también yo rechazaría a la descendencia de Israel a causa de todo lo que hicieron -oráculo del Señor-. (Jeremías 31, 37)

  • Por el contrario, llevaremos a cabo la promesa que ha salido de nuestra boca: quemaremos incienso a la Reina de los cielos y le haremos libaciones, como lo hacíamos nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces nos saciábamos de pan, éramos felices y no veíamos la desgracia. (Jeremías 44, 17)

  • Pero desde que dejamos de quemar incienso a la Reina de los cielos y de derramarle libaciones, carecemos de todo y desapareceremos completamente por la espada y el hambre". (Jeremías 44, 18)

  • Y las mujeres añadieron: "Cuando nosotros quemamos incienso a la Reina de los cielos y le derramamos libaciones, ¿acaso hacemos tortas con su figura y le derramamos libaciones sin el consentimiento de nuestros maridos?". (Jeremías 44, 19)

  • Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Ustedes, las mujeres, con su boca han declarado esto, y con sus manos lo han llevado a cabo: ‘Cumpliremos nuestros votos de quemar incienso a la Reina de los cielos y derramarle libaciones’. Muy bien: ¡cumplan sus votos, hagan libaciones! (Jeremías 44, 25)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina