Gefunden 172 Ergebnisse für: Bautismo de Juan

  • Mientras tanto el tetrarca Herodes, a quien Juan censuraba a causa de Herodías -la mujer de su hermano- y por todos los delitos que había cometido, (Lucas 3, 19)

  • cometió uno más haciendo encarcelar a Juan. (Lucas 3, 20)

  • y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: «No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres». (Lucas 5, 10)

  • Luego le dijeron: «Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos comen y beben». (Lucas 5, 33)

  • Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, (Lucas 6, 14)

  • Juan fue informado de todo esto por sus discípulos y, llamando a dos de ellos, (Lucas 7, 18)

  • Cuando se presentaron ante él, le dijeron: «Juan el Bautista nos envía a preguntarte: "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?"». (Lucas 7, 20)

  • Entonces respondió a los enviados: «Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen, los muertos resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres. (Lucas 7, 22)

  • Cuando los enviados de Juan partieron, Jesús comenzó a hablar de él a la multitud, diciendo: «¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? (Lucas 7, 24)

  • Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan, y sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más grande que él. (Lucas 7, 28)

  • Todo el pueblo que lo escuchaba, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, recibiendo el bautismo de Juan. (Lucas 7, 29)

  • Porque llegó Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y ustedes dicen: "¡Ha perdido la cabeza!". (Lucas 7, 33)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina