Gefunden 58 Ergebnisse für: Abominaciones

  • Pero ustedes observarán mis preceptos y mis leyes, y no cometerán ninguna de esas abominaciones, tanto el nativo como el extranjero que resida en medio de ustedes. (Levítico 18, 26)

  • Porque todas esas abominaciones fueron cometidas por los hombres que habitaron el país antes que ustedes, y por eso el país ha sido profanado. (Levítico 18, 27)

  • Porque todo el que cometa una de esas abominaciones será excluido de su pueblo. (Levítico 18, 29)

  • Cuando entres en la tierra que el Señor, tu Dios, te dará, no aprendas a practicar las abominaciones que cometen esas naciones. (Deuteronomio 18, 9)

  • Porque todo el que practica estas cosas es abominable al Señor, tu Dios, y por causa de estas abominaciones, él desposeerá a esos pueblos delante de ti. (Deuteronomio 18, 12)

  • para que ellos no les enseñen a imitar todas las abominaciones que cometen en honor de sus dioses. Así ustedes no pecarán contra el Señor, su Dios. (Deuteronomio 20, 18)

  • Provocaron sus celos con dioses extraños, lo irritaron con abominaciones. (Deuteronomio 32, 16)

  • Él cometió las peores abominaciones, yendo detrás de los ídolos, como lo habían hecho los amorreos que el Señor había desposeído delante de los israelitas. (I Reyes 21, 26)

  • "Porque Manasés, rey de Judá, cometió estas abominaciones, porque superó en maldad a todo lo que habían hecho los amorreos antes que él, y también hizo pecar a Judá con sus ídolos, (II Reyes 21, 11)

  • Josías hizo desaparecer todas las abominaciones de los territorios pertenecientes a los israelitas, y obligó a todos los que se encontraban en Israel a servir al Señor, su Dios. Durante toda su vida, ellos no dejaron de seguir al Señor, el Dios de sus padres. (II Crónicas 34, 33)

  • El resto de los hechos de Joaquím, las abominaciones que cometió y todo lo que recayó sobre él está escrito en el Libro de los reyes de Israel y de Judá. Su hijo Joaquím reinó en lugar de él. (II Crónicas 36, 8)

  • De la misma manera, todos los jefes de Judá, los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, imitando todas las abominaciones de los paganos, y contaminaron el Templo que el Señor se había consagrado en Jerusalén. (II Crónicas 36, 14)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina