Gefunden 79 Ergebnisse für: viña

  • ¿Qué otra cosa pude hacer a mi viña que no se lo hice? ¿Por qué, esperando que diera uvas, sólo ha dado racimos amargos? (Isaías 5, 4)

  • Déjenme que les diga lo que voy a hacer con mi viña: le quitaré la cerca, para que la puedan saquear; se convertirá en maleza para el fuego; (Isaías 5, 5)

  • La viña de Yavé Sabaot es el pueblo de Israel, y los hombres de Judá, su cepa escogida. El esperaba rectitud, y va creciendo el mal; esperaba justicia, y sólo se oye el grito de los oprimidos. (Isaías 5, 7)

  • Diez cuadras de viña apenas darán un barril de vino, y un quintal de semilla sólo dará un puñado.» (Isaías 5, 10)

  • Pues se han marchitado los campos de Jesebón y la viña de Sibma, cuyos racimos arrancaron los amos de las naciones. Ella llegaba hasta Yazer y se perdía en el desierto; sus sarmientos se extendían hasta más allá del mar. (Isaías 16, 8)

  • También lloro, como llora Yazer, por la viña de Sibma, los regaré con mis lágrimas, Jesebón y Elealé. Porque sobre tu cosecha y tu vendimia ya no se escuchan las canciones; (Isaías 16, 9)

  • Pues antes de la vendimia, después que haya florecido la viña, y cuando comiencen a aparecer los granitos, podaré los sarmientos con las tijeras y arrancaré o cortaré los racimos. (Isaías 18, 5)

  • El vino se ha terminado, la viña se ha secado, todos los que tenían el corazón alegre andan ahora tristes. (Isaías 24, 7)

  • Entonces dirá: «Cántenle a esta excelente viña. (Isaías 27, 2)

  • No le hagan caso a Ezequías sino, más bien, al rey de Asur, quien les promete lo siguiente: Si hacen las paces conmigo y se rinden a mí, cada uno de ustedes seguiráccomieendo los frutos de su viña y de su higuera y tomando del agua de su pozo. (Isaías 36, 16)

  • Yo te había plantado como una parra fina. ¿Cómo has pasado a ser para mí viña degenerada? (Jeremías 2, 21)

  • Vengan, naciones, y escalen las murallas de mi pueblo, destruyan, pero no terminen con mi viña, córtenle esos sarmientos, ya que no son los que plantó Yavé. (Jeremías 5, 10)


“Feliz a alma que atinge o nível de perfeição que Deus deseja!” São Padre Pio de Pietrelcina