Gefunden 55 Ergebnisse für: tomado
Fuera labrador, pastor o trabajador solitario, cada uno había sido tomado de improviso, sin poder resistir; una misma oscuridad los tenía a todos encadenados. (Sabiduría 17, 16)
Hijos míos, aprendan a controlar su lengua; ¡el que está atento a ello no será tomado por sorpresa! (Sirácides (Eclesiástico) 23, 7)
Cuando llegó la hora de su sueño eterno, dio testimonio delante del Señor y de su Ungido: "¡Nada he tomado a nadie, ni dinero, ni siquiera un par de sandalias!" y nadie lo acusó. (Sirácides (Eclesiástico) 46, 19)
Entonces voló hacia mí uno de los serafines. Tenía un carbón encendido que había tomado del altar con unas tenazas, (Isaías 6, 6)
Mi mano ha tomado, como se toma un nido, las riquezas de los pueblos. Como se recogen huevos botados, así me he apoderado de toda la tierra y no hubo quien aleteara ni abriera el pico ni piara. (Isaías 10, 14)
También éstos se tambalean bajo los efectos del vino, sacerdotes y profetas andan dando tumbos por haber tomado tanto. El vino los hace titubear y los licores fuertes les hacen perder los sentidos: divagan en sus visiones y tartamudean al dar sus sentencias. (Isaías 28, 7)
Yo, Yavé, te he llamado para cumplir mi justicia, te he formado y tomado de la mano, te he destinado para que unas a mi pueblo y seas luz para todas las naciones. (Isaías 42, 6)
Porque así habla Yavé: Los que no debían haber tomado de esa copa fueron obligados a beber, y tú, ¿quieres que no te castiguen? !No quedarás sin castigo, sino que tendrás también que tomar! (Jeremías 49, 12)
Así, pues, escuchen la decisión que Yavé ha tomado contra Edom y sus proyectos contra los habitantes de Temán: Sí, hasta las ovejas más flacas serán llevadas a la rastra, y, al verlo, el rebaño se estremecerá de espanto. (Jeremías 49, 20)
Pero su Redentor es poderoso, su nombre es Yavé de los Ejércitos. El ha tomado la defensa de su causa; dará paz al mundo, pero hará temblar a los habitantes de Babilonia. (Jeremías 50, 34)
Antes de partir, el día diez del mes de Siván, había tomado los vasos del Templo del Señor que habían sido robados, para devolverlos a la tierra de Judá. Eran los vasos de plata que había hecho Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá, (Baruc 1, 8)
Les responderás: "Tan cierto como que soy vivo -palabra de Yavé- que no deseo la muerte del malvado sino que renuncie a su mala conducta y viva. Dejen, dejen el camino que han tomado: ¿para qué morir, casa de Israel?" (Ezequiel 33, 11)