Gefunden 14 Ergebnisse für: rueguen

  • Faraón respondió: «Yo los dejaré ir a ofrecer sacrificios a su Dios en el desierto con la condición de que no vayan muy lejos. Pero ustedes rueguen por mí.» (Exodo 8, 24)

  • Y tú, cuando vayas a unirte a ella, rueguen al Dios misericordioso, que se compadecerá y los salvará. No temas, Dios te la destinó desde siempre. Tú la salvarás, ella irá contigo y te dará hijos.» (Tobías 6, 18)

  • Que él viva, que le den oro de Arabia, y que sin tregua rueguen por él; lo bendecirán el día entero. (Salmos 72, 15)

  • Preocúpense por la prosperidad del país donde los he desterrado y rueguen por él a Yavé; porque la prosperidad de este país será la de ustedes.» Pues así habla Yavé: (Jeremías 29, 7)

  • rueguen por la vida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y por la vida de Baltasar, su hijo, para que en todo tengan éxito. Así el Señor nos concederá a nosotros fortaleza y salud, (Baruc 1, 11)

  • Rueguen también por nosotros al Señor, nuestro Dios, porque lo hemos ofendido y hasta el día de hoy el enojo y la cólera del Señor no se han apartado de nosotros. (Baruc 1, 13)

  • Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe trabajadores a recoger su cosecha.» (Evangelio según San Mateo 9, 38)

  • Rueguen para que no les toque huir en invierno o en día sábado. (Evangelio según San Mateo 24, 20)

  • bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los maltratan. (Evangelio según San Lucas 6, 28)

  • Les dijo: «La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen, pues, al dueño de la cosecha que envíe obreros a su cosecha. (Evangelio según San Lucas 10, 2)

  • Simón respondió: «Rueguen ustedes al Señor por mí, para que no venga sobre mí nada de lo que han dicho.» (Hecho de los Apóstoles 8, 24)

  • Rueguen también por mí, para que, al hablar, se me den palabras y no me falte el coraje para dar a conocer el misterio del Evangelio (Carta a los Efesios 6, 19)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina