Gefunden 260 Ergebnisse für: profetas

  • No escuchamos a tus siervos los profetas, que, en nombre tuyo, hablaban a nuestros reyes, a nuestros jefes, a nuestros padres y a todo el pueblo del país (Daniel 9, 6)

  • porque no hemos escuchado la voz de Yavé, nuestro Dios, ni seguimos las leyes que él nos había dado por medio de sus servidores los profetas (Daniel 9, 10)

  • Por eso les envié profetas para desarraigarlos, y de mi propia boca salió su sentencia de muerte. (Oseas 6, 5)

  • Ha llegado la hora de rendir cuentas; ha llegado la hora del desquite: ¡que todo Israel lo sepa! Los profetas serán como locos y los inspirados ya no sabrán qué decir, pues, así como fue grande tu pecado, enorme será tu desastre. (Oseas 9, 7)

  • Hablaré a los profetas, multiplicaré las visiones y dictaré sentencias por medio de los profetas. (Oseas 12, 11)

  • Yo, de entre tus hijos hice surgir profetas y me consagraba tus jóvenes como nazireos. ¿No es así, hijos de Israel? (Amós 2, 11)

  • Pero ustedes hicieron tomar vino a los nazireos, y a los profetas les prohibieron predicar. (Amós 2, 12)

  • En realidad, el Señor Yavé no hace nada sin comunicárselo antes a sus servidores, los profetas. (Amós 3, 7)

  • Amós le replicó: «Yo no soy profeta ni uno de los hermanos profetas; soy cuidador de rebaños y trato los sicómoros. (Amós 7, 14)

  • Esto dice Yavé en contra de los profetas que engañan a mi pueblo: Si pueden masticar a dos canillas, anuncian la paz; pero si alguien no les llena la boca, le declaran la guerra. (Miqueas 3, 5)

  • Por eso les dice: «Noche para ustedes, y no más visiones; tinieblas en vez de revelaciones; el sol se pone para los profetas y su día se cambia en tinieblas.» (Miqueas 3, 6)

  • Sus gobernantes se dejan comprar para dar una sentencia; sus sacerdotes cobran por una decisión; sus profetas sólo vaticinan si se les paga. Y todos se sienten tan seguros de Yavé que dicen: Si el Señor está con nosotros, ¿qué desgracia nos puede pasar? (Miqueas 3, 11)


“Que Nossa Senhora aumente a graça em você e a faça digna do Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina