Gefunden 588 Ergebnisse für: plagas de Egipto

  • Egipto quedará todo en ruinas y Edom en un desierto desolado, por la violencia que cometieron contra los hijos de Judá, porque derramaron sangre inocente en su tierra. (Joel 4, 19)

  • Yo, también, los saqué a ustedes de Egipto y los conduje por el desierto durante cuarenta años, para que tomaran posesión del territorio amorreo. (Amós 2, 10)

  • Escuchen, israelitas, esta palabra de Yavé que se refiere a ustedes y a todos los suyos, a quienes hizo salir de Egipto: (Amós 3, 1)

  • Desencadené sobre ustedes una peste parecida a la de Egipto; masacré por la espada a sus jóvenes y se llevaron a todos sus caballos; hice que subiera hasta sus narices la hediondez de sus muertos en combate. Y ustedes, sin embargo, no volvieron a mí -palabra de Yavé. (Amós 4, 10)

  • Yavé Sabaot es el Señor, si él toca la tierra, ésta se estremece, y se desmayan todos sus habitantes; se levanta entera, como el Nilo y, vueve a encogerse como el río de Egipto. (Amós 9, 5)

  • Hijos de Israel, ¿no son ustedes para mí iguales que los etíopes?, dice el Señor. ¿No hice subir a Israel del país de Egipto, como a los filisteos de Caftor y a los arameos de Quis? (Amós 9, 7)

  • Yo te saqué de Egipto y te rescaté de la casa de los esclavos; yo puse para que te guiaran a Moisés, Aarón y Miriam. (Miqueas 6, 4)

  • el día en que vendrán a ti desde Asiria hasta Egipto, desde Tiro hasta el Eufrates, de uno a otro mar, de una a otra cordillera. (Miqueas 7, 12)

  • Haz que presenciemos tus prodigios como en los días de la salida de Egipto. (Miqueas 7, 15)

  • Etiopía y Egipto la defendían; su fuerza no tenía límite; Put y los libios venían en su ayuda. (Nahún 3, 9)

  • Los haré regresar de la tierra de Egipto, los traeré juntos desde Asiria; les daré nuevamente la región de Galaad y la del Líbano, pero éste se les hará chico. (Zacarías 10, 10)

  • Cruzarán el mar Rojo, quedará seco el cauce del Nilo. Será aplastado el orgullo de Asur y no habrá más rey en Egipto. (Zacarías 10, 11)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina