Gefunden 87 Ergebnisse für: perdido y encontrado

  • «Les dirás: Así dice Yavé: ¿Acaso el que cae no se levanta, y el que se ha perdido de camino, no vuelve atrás? (Jeremías 8, 4)

  • ¿Quién es bastante sabio para comprender estos acontecimientos? ¿A quién se lo ha dicho la boca de Yavé para que lo publique? ¿Por qué el país está perdido, incendiado como el desierto, por donde nadie pasa? (Jeremías 9, 11)

  • No he encontrado más que estupidez en los profetas de Samaria: profetizaron en nombre de Baal y extraviaron a mi pueblo Israel. (Jeremías 23, 13)

  • Mi corazón gime por Moab como una flauta; mi corazón gime por la gente de Quir Jerés como una flauta, porque todas las riquezas que habían acumulado se han perdido. (Jeremías 48, 36)

  • ¡Ay de ti, Moab! ¡Estás perdido, pueblo de Camos! Pues tus hijos han sido llevados al destierro y tus hijas al cautiverio. (Jeremías 48, 46)

  • Ha perdido la Hija de Sión toda su gloria, sus jefes parecían carneros que no encuentran pasto, iban caminando sin fuerzas delante del que los arreaba. (Lamentaciones 1, 6)

  • Cubrieron las aguas mi cabeza, dije: Estoy perdido. (Lamentaciones 3, 54)

  • No han encontrado sus sendero nni han dado con ella yy sus hijos se han extraviado (Baruc 3, 21)

  • "Hijo de hombre, el sitio de Tiro ha sido una difícil empresa para Nabucodonosor, rey de Babilonia, y para su ejército; sus hombres han perdido allí sus cabellos y sus espaldas se han desollado; pero ese sitio de Tiro no ha aportado ningún beneficio ni para él ni para su ejército. (Ezequiel 29, 18)

  • Sí, puesto que su madre se ha entregado y ha perdido su decencia. Ella decía: «Déjenme partir con mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mis bebidas.» (Oseas 2, 7)

  • Jesús se quedó admirado al oír esto, y dijo a los que le seguían: «Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con tanta fe. (Evangelio según San Mateo 8, 10)

  • Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. (Evangelio según San Lucas 1, 30)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina