Gefunden 622 Ergebnisse für: palabras sabias
También es cierto que David no subió al cielo, pero estas palabras son suyas: Dijo el Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha, (Hecho de los Apóstoles 2, 34)
y lo reconocieron: ¡Es el tullido que pedía limosna junto a la Puerta Hermosa! Y quedaron sin palabras, asombrados por lo que había sucedido. (Hecho de los Apóstoles 3, 10)
Tú, por el Espíritu Santo, pusiste en boca de tu siervo David estas palabras: ¿Por qué se agitan las naciones y los pueblos traman planes vanos? (Hecho de los Apóstoles 4, 25)
Al oír Ananías estas palabras, se desplomó y murió. Un gran temor se apoderó de cuantos lo oyeron. (Hecho de los Apóstoles 5, 5)
y llegó a ser poderoso en sus palabras y en sus obras. Tenía cuarenta años cumplidos cuando sintió deseos de visitar a sus hermanos, los israelitas. (Hecho de los Apóstoles 7, 23)
Este es el que estaba con nuestros padres en la asamblea del desierto, con el ángel que le hablaba en el Monte Sinaí, y el que recibió las palabras de vida para comunicárselas a ustedes. (Hecho de los Apóstoles 7, 38)
Pedro seguía llamando. Cuando abrieron y vieron que era él, se quedaron sin palabras. (Hecho de los Apóstoles 12, 16)
Es un hecho que los habitantes de Jerusalén y sus jefes no lo reconocieron, sino que lo procesaron, cumpliendo con esto las palabras de los profetas que se leen todos los sábados. (Hecho de los Apóstoles 13, 27)
Los que no eran judíos se alegraban al oír estas palabras y tomaban en consideración el mensaje del Señor. Y creyeron todos los que estaban destinados para una vida eterna. (Hecho de los Apóstoles 13, 48)
Aun con estas palabras, difícilmente consiguieron que el pueblo no les ofreciera un sacrificio, y que volvieran cada uno a su casa. (Hecho de los Apóstoles 14, 18)
Llegaron algunos de Judea que aleccionaban a los hermanos con estas palabras: «Ustedes no pueden salvarse, a no ser que se circunciden como lo manda Moisés.» (Hecho de los Apóstoles 15, 1)
Nos hemos enterado de que algunos de entre nosotros los han inquietado y perturbado con sus palabras. No tenían mandato alguno nuestro. (Hecho de los Apóstoles 15, 24)