Gefunden 46 Ergebnisse für: llenos

  • Y los de Jabés, llenos de alegría con esta noticia, dijeron a los amonitas: «Mañana saldremos y ustedes podrán hacer con nosotros lo que les parezca.» (1 Samuel 11, 10)

  • Los israelitas, apenas lo vieron, empezaron a retroceder, llenos de miedo. (1 Samuel 17, 24)

  • El rey estaba de pie junto a la columna, como era costumbre, y a su lado estaban los oficiales y las trompetas. Los ciudadanos estaban llenos de alegría y tocaban las trompetas. Al ver esto, Atalía rasgó sus vestidos y gritó: «¡Traición! ¡Traición!» (2 Reyes 11, 14)

  • Sacrificaron la Pascua el día catorce del mes segundo. También los sacerdotes y los levitas, llenos de confusión, se santificaron y trajeron holocaustos a la Casa de Yavé. (2 Crónicas 30, 15)

  • Temblaron entonces, y los dos cayeron con el rostro en tierra, llenos de terror. (Tobías 12, 16)

  • ya no respetaron ninguna disciplina, sino que llenos de miedo huyeron por todos los caminos de la montaña y la llanura. (Judit 15, 2)

  • ¡Que todos mis contrarios se confundan, y no puedan reponerse, que en un instante se corran, llenos de vergüenza! (Salmos 6, 11)

  • Partieron todos juntos, llenos de entusiasmo. Cuando estaban cerca de Jerusalén, apareció, poniéndose al frente de ellos, un jinete vestido de blanco, con armadura de oro. (2 Macabeos 11, 8)

  • Los sitiados, que se sentían seguros por la robustez de los muros y porque tenían sus almacenes llenos de alimentos, despreciaban y trataban groseramente con insultos a los hombres de Judas. Además, proferían blasfemias y palabras sacrílegas. (2 Macabeos 12, 14)

  • Ahí está lo malo en todo lo que se hace bajo el sol: que todos corren la misma suerte; es por eso que los hijos de Adán están llenos de ideas malvadas, y sus pensamientos se descarrilan a lo largo de toda su vida esperando acabar entre los muertos. (Eclesiastés (Qohelet) 9, 3)

  • Llenos de remordimiento, se dirán, muy angustiados, y con gemidos: (Sabiduría 5, 3)

  • Para castigarlos habrías podido crear nuevas especies, animales llenos de furor, que respiraran fuego, cuyas narices lanzaran un vapor ardiente, cuyos ojos emitieran relámpagos terribles (Sabiduría 11, 18)


“Proponha-se a exercitar-se nas virtudes”. São Padre Pio de Pietrelcina