Gefunden 405 Ergebnisse für: hermano del difunto

  • De Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y del hermano Timoteo, (Carta a los Colosenses 1, 1)

  • Tíquico, mi hermano querido, les dará noticias de todo lo referente a mí; es para mí un ayudante fiel y un compañero en el servicio del Señor. (Carta a los Colosenses 4, 7)

  • Envío con él a Onésimo, nuestro hermano fiel y muy querido, que es uno de ustedes. Ellos les dirán todo lo que aquí pasa. (Carta a los Colosenses 4, 9)

  • y enviarles a Timoteo, hermano nuestro, que junto con nosotros trabaja con Dios por el Evangelio de Cristo. El debía fortalecerles y animarlos en la fe (1º Carta a los Tesalonicenses 3, 2)

  • Que nadie ofenda a su hermano o hermana en esta materia o se aproveche de él. El Señor pedirá cuentas de todas estas cosas, como ya se lo hemos dicho y declarado. (1º Carta a los Tesalonicenses 4, 6)

  • Hermanos, les ordenamos en nombre de Cristo Jesús, el Señor, que se aparten de todo hermano que viva sin control ni regla, a pesar de las tradiciones que les transmitimos. (2º Carta a los Tesalonicenses 3, 6)

  • Pero no lo consideren como enemigo, sino corríjanlo como a hermano. (2º Carta a los Tesalonicenses 3, 15)

  • Carta de Pablo, preso de Cristo Jesús, y Timoteo nuestro hermano, a Filemón, nuestro querido compañero de trabajo, (Carta a Filemon 1, 1)

  • Ya no será esclavo, sino algo mucho mejor, pues ha pasado a ser para mí un hermano muy querido, y lo será mucho más todavía para ti. (Carta a Filemon 1, 16)

  • Vamos, hermano, espero de ti este servicio en el Señor; reconfórtame en Cristo. (Carta a Filemon 1, 20)

  • Nadie tendrá ya que enseñar a su compatriota o a su hermano diciéndoles: «Conoce al Señor», porque todos me conocerán, desde el más chico al más grande. (Carta a los Hebreos 8, 11)

  • Por la fe de Abel, su sacrificio fue mejor que el de su hermano Caín. Por eso fue considerado justo, como Dios lo dio a entender aprobando sus ofrendas. Y aun después de muerto, por su fe sigue clamando. (Carta a los Hebreos 11, 4)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina