Gefunden 17 Ergebnisse für: guardado

  • Regresó a la ciudad con la cebada a cuestas y, cuando llegó a su casa, mostró a su suegra lo que había recogido y le entregó lo que había guardado para ella del almuerzo. (Rut 2, 18)

  • Y tú mismo dijiste: está muy bien. ¿Por qué no has guardado el juramento de Yavé y la orden que yo te di?» (1 Reyes 2, 43)

  • Entonces Yavé dijo a Salomón: «No has guardado mi Alianza, ni los preceptos que te había ordenado. Por esto te quitaré una parte de tu reino y se la daré a un servidor tuyo. (1 Reyes 11, 11)

  • «Vayan, consulten a Yavé por mí y por el resto de Israel y de Judá, acerca de las palabras del libro que ha sido encontrado. Seguramente Yavé está muy enojado contra nosotros, pues nuestros padres no han guardado la palabra de Yavé y no han obrado conforme a todo lo escrito en este libro.» (2 Crónicas 34, 21)

  • No he pecado en palabras, como pecan los hombres; he guardado las palabras de tus labios, y seguido las sendas del Soberano. (Salmos 17, 4)

  • Mira cómo han guardado tu alianza, en las cuevas del país, lugares de resistencia. (Salmos 74, 20)

  • Ahórrame el desprecio y la vergüenza pues tus testimonios he guardado. (Salmos 119, 22)

  • Por lo menos esto me quedará, haber guardado tus ordenanzas. (Salmos 119, 56)

  • Un jardín cercado es mi hermana, mi novia, huerto cerrado y manantial bien guardado. (Cantar 4, 12)

  • Así dice Yavé: «Mi sentencia en contra de Juda por sus muchos crímenes será sin apelación. Porque han despreciado la Ley de Yavé y no han guardado sus preceptos, sino que se dejaron llevar por sus falsos dioses, detrás de los cuales corrían ya sus padres. (Amós 2, 4)

  • El joven le dijo: «Todo esto lo he guardado, ¿qué más me falta?» (Evangelio según San Mateo 19, 20)

  • Llegó el tercero y dijo: «Señor, aquí tienes tu moneda. La he guardado envuelta en un pañuelo (Evangelio según San Lucas 19, 20)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina