Gefunden 368 Ergebnisse für: eres

  • Momentos después otro exclamó al verlo: «Tú también eres uno de ellos.» Pero Pedro respondió: «No, hombre, no lo soy.» (Evangelio según San Lucas 22, 58)

  • Le interrogaron: «¿Eres tú el Cristo? Respóndenos». Jesús respondió: «Si se lo digo, ustedes no me creerán, (Evangelio según San Lucas 22, 67)

  • Todos dijeron: «Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?» Jesús contestó: «Dicen bien, yo soy.» (Evangelio según San Lucas 22, 70)

  • Entonces Pilato lo interrogó en estos términos: «¿Eres tú el rey de los judíos?» Jesús le contestó: «Tú eres el que lo dice.» (Evangelio según San Lucas 23, 3)

  • diciendo: «Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.» (Evangelio según San Lucas 23, 37)

  • Uno de los malhechores que estaban crucificados con Jesús lo insultaba: «¿No eres tú el Mesías? ¡Sálvate a ti mismo y también a nosotros.» (Evangelio según San Lucas 23, 39)

  • Uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó: «¿Cómo? ¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no está enterado de lo que ha pasado aquí estos días?» (Evangelio según San Lucas 24, 18)

  • Este fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén para preguntarle: «¿Quién eres tú? » (Evangelio según San Juan 1, 19)

  • Le preguntaron: «¿Quién eres, entonces? ¿Elías?» Contestó: «No lo soy.» Le dijeron: «¿Eres el Profeta?» (Evangelio según San Juan 1, 21)

  • Contestó: «No.» Entonces le dijeron: «¿Quién eres, enconces? Pues tenemos que llevar una respuesta a los que nos han enviado. ¿Qué dices de ti mismo?» (Evangelio según San Juan 1, 22)

  • y le hicieron otra pregunta: «¿Por qué bautizas entonces, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?» (Evangelio según San Juan 1, 25)

  • Y se lo presentó a Jesús. Jesús miró fijamente a Simón y le dijo: «Tú eres Simón, hijo de Juan, pero te llamarás Kefas» (que quiere decir Piedra). (Evangelio según San Juan 1, 42)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina