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He venido a traer fuego a la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! (Evangelio según San Lucas 12, 49)
En cuanto a esos señores que había invitado, yo les aseguro que ninguno de ellos probará mi banquete.» (Evangelio según San Lucas 14, 24)
«¿Cuánto debes a mi patrón?» Le contestó: «Cien barriles de aceite.» Le dijo el administrador: «Toma tu recibo, siéntate y escribe en seguida cincuenta.» (Evangelio según San Lucas 16, 6)
Después dijo a otro: «Y tú, ¿cuánto le debes?» Contestó: «Cuatrocientos quintales de trigo.» Entonces le dijo: «Toma tu recibo y escribe trescientos.» (Evangelio según San Lucas 16, 7)
Cuando volvió, había sido nombrado rey. Mandó, pues, llamar a aquellos servidores a quienes les había entregado el dinero, para ver cuánto había ganado cada uno. (Evangelio según San Lucas 19, 15)
En cuanto a esos enemigos míos que no me quisieron por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia.» (Evangelio según San Lucas 19, 27)
En cuanto a saber si los muertos resucitan, el mismo Moisés lo dio a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor: Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. (Evangelio según San Lucas 20, 37)
Entonces Jesús tomó los panes, dio las gracias y los repartió entre los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, y todos recibieron cuanto quisieron. (Evangelio según San Juan 6, 11)
En cuanto a Abrahán, padre de ustedes, se alegró pensando ver mi día. Lo vio y se regocijó. ». (Evangelio según San Juan 8, 56)
Al llegar María a donde estaba Jesús, en cuanto lo vio, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.» (Evangelio según San Juan 11, 32)
Después de clavar a Jesús en la cruz, los soldados tomaron sus vestidos y los dividieron en cuatro partes, una para cada uno de ellos. En cuanto a la túnica, tejida de una sola pieza de arriba abajo sin costura alguna, se dijeron: (Evangelio según San Juan 19, 23)
Todos los que habían creído vivían unidos; compartían todo cuanto tenían, (Hecho de los Apóstoles 2, 44)