Gefunden 170 Ergebnisse für: cólera

  • Abandonaron la Casa de Yavé, el Dios de sus padres, y se interesaron por los troncos sagrados y los ídolos; la cólera estalló contra Judá y Jerusalén, a causa de esta culpa suya. (2 Crónicas 24, 18)

  • Sin embargo, Ezequías no correspondió al bien que había recibido, pues se puso orgulloso su corazón, por lo cual la cólera vino sobre él, sobre Judá y Jerusalén. (2 Crónicas 32, 25)

  • Mas, después de haberse puesto orgulloso, se humilló Ezequías, él y los habitantes de Jerusalén; y por eso no estalló contra ellos la cólera de Yavé en los días de Ezequías. (2 Crónicas 32, 26)

  • y sacrificó a sus hijos por el fuego en el valle de Ben-Hinom; practicó la adivinanza, la magia y la hechicería, estableció espiritistas y adivinos, haciendo mucho mal a los ojos de Yavé y provocando su cólera. (2 Crónicas 33, 6)

  • Ellos me han abandonado y han quemado incienso a otros dioses, irritándome con todas las obras de sus manos, y por eso mi cólera se ha derramado sobre este lugar y no se apagará. (2 Crónicas 34, 25)

  • Todo lo que ordene el Dios del Cielo debe ser cumplido con esmero para la Casa del Dios del Cielo, a fin de que su cólera no venga sobre el reino, el rey y sus hijos. (Esdras 7, 23)

  • Ustedes nunca llegarán a conocer todo lo que siente una persona, no podrán apoderarse de sus pensamientos. Entonces, ¿cómo van a comprender a Dios que hizo todas las cosas? No, hermanos, no provoquen la cólera del Señor, Dios nuestro. (Judit 8, 14)

  • Dios los hace perecer con el aliento de su boca y los aniquila con el soplo de su cólera. (Job 4, 9)

  • teman que la espada los hiera a ustedes mismos cuando la cólera de Dios castigue las culpas, y sabrán entonces que hay al fin justicia.» (Job 19, 29)

  • Aguas desbordadas se llevan su casa, empujadas por la cólera de Dios. (Job 20, 28)

  • Que vea su ruina con sus propios ojos,que beba la cólera del Todopoderoso. (Job 21, 20)

  • Que de la desgracia el malo es preservado, y no lo alcanza el día de la cólera. (Job 21, 30)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina