Gefunden 103 Ergebnisse für: buscar

  • Entonces todos los renegados se reunieron. Dijeron: «Jonatán y los suyos viven en paz sin temor alguno. Mandemos, pues, a buscar a Báquides para que se apodere de todos en una sola noche.» (1 Macabeos 9, 58)

  • Por Israel han muerto todos mis hermanos y he quedado yo solo. Líbreme Dios de buscar mi propia seguridad cuando las cosas andan mal, pues mi vida no tiene más valor que la de mis hermanos. (1 Macabeos 13, 4)

  • Simón mandó a buscar los restos de Jonatán y los enterró en Modín, la ciudad de sus padres. (1 Macabeos 13, 25)

  • El año ciento setenta y dos, el rey Demetrio reunió un ejército y marchó a Media a buscar ayuda para luchar contra Trifón. (1 Macabeos 14, 1)

  • Pasados muchos años, cuando a Dios le pareció bien, Nehemías, despedido por el rey de Persia, mandó que los descendientes de los sacerdotes que habían escondido el fuego, lo fueran a buscar. Pero, como ellos informaron que no habían encontrado fuego, sino un líquido espeso, (2 Macabeos 1, 20)

  • Por tanto, cuando los necesiten, manden a alguien que los venga a buscar. (2 Macabeos 2, 15)

  • Después de reunirse en privado con los Ancianos, acordó partir con los suyos a buscar una decisión por las armas, Dios mediante, antes de que el ejército del rey invadiera Judea y se hiciera dueño de Jerusalén. (2 Macabeos 13, 13)

  • Cuando ya los soldados estaban a punto de ocupar la torre y forzar la puerta de entrada (ya mandaban a buscar fuego para incendiarla), Razis, rodeado por todas partes, se hirió en el vientre con su espada. (2 Macabeos 14, 41)

  • Cuando estuvo allí, convocó a sus compatriotas y a los sacerdotes, se puso ante el altar y mandó a buscar a los de la ciudadela; (2 Macabeos 15, 31)

  • Amar la discusión es buscar los golpes, el que toma un tono arrogante busca su propia desgracia. (Proverbios 17, 19)

  • tiempo para buscar y tiempo para perder; tiempo para conservar y tiempo para tirar fuera; (Eclesiastés (Qohelet) 3, 6)

  • Cuando me dediqué a saber, a profundizar, a buscar la sabiduría y el por qué de las cosas, reconocí que la maldad es una tontería y una locura. (Eclesiastés (Qohelet) 7, 25)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina