Gefunden 439 Ergebnisse für: batalla por el poder

  • Entró en aquella sinagoga un hombre que estaba en poder de un espíritu malo, y se puso a gritar: (Evangelio según San Marcos 1, 23)

  • Pues ahora ustedes sabrán que el Hijo del Hombre tiene en la tierra poder para perdonar pecados.» (Evangelio según San Marcos 2, 10)

  • dándoles poder para echar demonios. (Evangelio según San Marcos 3, 15)

  • Se acercaron Jesús y vieron al hombre endemoniado, el que había estado en poder de la Multitud, sentado, vestido y en su sano juicio. Todos se asustaron. (Evangelio según San Marcos 5, 15)

  • Pero Jesús se dio cuenta de que un poder había salido de él, y dándose vuelta en medio del gentío, preguntó: «¿Quién me ha tocado la ropa?» (Evangelio según San Marcos 5, 30)

  • Llamó a los Doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus malos. (Evangelio según San Marcos 6, 7)

  • Una mujer, cuya hija estaba en poder de un espíritu malo, se enteró de su venida y fue en seguida a arrodillarse a sus pies. (Evangelio según San Marcos 7, 25)

  • Jesús les dijo: «En verdad se lo digo: algunos de los que están aquí presentes no conocerán la muerte sin que ya hayan visto el Reino de Dios viniendo con poder.» (Evangelio según San Marcos 9, 1)

  • Jesús les contestó: «Ustedes están equivocados; a lo mejor no entienden la Escritura, y tampoco el poder de Dios. (Evangelio según San Marcos 12, 24)

  • Y verán venir al Hijo del Hombre en medio de las nubes con gran poder y gloria. (Evangelio según San Marcos 13, 26)

  • El mismo abrirá el camino al Señor con el espíritu y el poder del profeta Elías, reconciliará a padres e hijos y llevará a los rebeldes a la sabiduría de los buenos. De este modo preparará al Señor un pueblo bien dispuesto.» (Evangelio según San Lucas 1, 17)

  • Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. (Evangelio según San Lucas 1, 35)


“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina