Gefunden 26 Ergebnisse für: alegro

  • Jetró se alegró mucho al oír todos los beneficios que Yavé había hecho a Israel cuando lo sacó del poder de los egipcios. (Exodo 18, 9)

  • Se alegró con ello el sacerdote, tomó el mueble para sacar la suerte, los idolitos y la estatua y se fue en medio de la tropa. (Jueces 18, 20)

  • Su marido se puso en camino y fue a visitarla para hablarle al corazón y hacerla volver a su casa. Llevaba consigo un muchacho y dos burros. Ella lo hizo entrar en la casa de su padre, el cual se alegró de verlo. (Jueces 19, 3)

  • Cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró mucho y dijo: «Bendito sea hoy Yavé, pues ha dado a David un hijo sabio para gobernar este numeroso pueblo.» (1 Reyes 5, 7)

  • Se alegró Ezequías por su venida y enseñó a los enviados su cámara del tesoro, la plata, el oro, los aromas, el aceite oloroso, sus armas y todo cuanto había en el tesoro. No hubo cosa en su palacio, ni de todo lo que poseía, que Ezequías no mostrara. (2 Reyes 20, 13)

  • Y el pueblo se alegró por estas ofrendas voluntarias; porque de todo corazón lo habían ofrecido espontáneamente a Yavé. También el rey David tuvo una gran alegría. (1 Crónicas 29, 9)

  • y todo Judá se alegró con motivo del juramento, porque de todo corazón habían prestado juramento, y con plena voluntad habían buscado a Yavé. Por eso él se dejó hallar de ellos; y les dio paz por todas partes. (2 Crónicas 15, 15)

  • Ojalá que le agrade mi poema, yo, como sea, me alegro en el Señor. (Salmos 104, 34)

  • Egipto se alegró de su salida, pues el terror lo había dominado; (Salmos 105, 38)

  • El pueblo se alegró mucho y celebraron aquel día con gran regocijo. (1 Macabeos 7, 48)

  • Jonatán le mandó para Antioquía tres mil hombres valientes; cuando se presentaron al rey, éste se alegró mucho. (1 Macabeos 11, 44)

  • Sí, yo esperaba que el Eterno les vendría a salvar y el Santo me ha consolado; me alegro por la misericordia que pronto les mostrará. (Baruc 4, 22)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina