Gefunden 70 Ergebnisse für: Vuelvan

  • ¡Espada para sus adivinos, para que se vuelvan tontos! ¡Espada para sus soldados, para que se acobarden! (Jeremías 50, 36)

  • Así como ustedes se alejaron de Dios, vuelvan ahora a él y búsquenlo con redoblado amor. (Baruc 4, 28)

  • Dije a sus hijos en el desierto: No sigan las huellas de sus padres, ni imiten su conducta, no se vuelvan impuros sirviendo a sus ídolos. (Ezequiel 20, 18)

  • Vuelvan al tribunal, porque el testimonio que éstos han levantado contra ella es falso. (Daniel 13, 49)

  • De Egipto acudirán como pájaros, del país de Asur como palomas, y haré que vuelvan a habitar sus casas. Palabra de Yavé. (Oseas 11, 11)

  • Preparen sus palabras y vuelvan a Yavé para decirle: «¡Quita el pecado y acepta lo bueno, que esta confesión nuestra reemplace cualquier ofrenda! (Oseas 14, 3)

  • Dice Yavé: «Vuelvan a mí con todo corazón, con ayuno, con llantos y con lamentos.» (Joel 2, 12)

  • Rasguen su corazón, y no sus vestidos, y vuelvan a Yavé su Dios, porque él es bondadoso y compasivo; le cuesta enojarse, y grande es su misericordia; envía la desgracia, pero luego perdona. (Joel 2, 13)

  • Vuelvan a mí y yo me volveré a ustedes. (Zacarías 1, 3)

  • Dispondré el ánimo de los descendientes de David y de los habitantes de Jerusalén para que vuelvan a mí con amor y confianza. Llorarán por aquel que ha sido traspasado, como se siente la muerte de un hijo único, y lo echarán de menos como se lamenta el fallecimiento del primer hijo. (Zacarías 12, 10)

  • En efecto, desde los tiempos de sus antepasados, ustedes se han apartado de mis ordenanzas y no las han practicado. Vuelvan a mí y yo volveré a ustedes, dice Yavé de los ejércitos. Pero ustedes preguntan: «¿Por qué tenemos que volver?» (Malaquías 3, 7)

  • pero vuelvan en seguida y digan a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos y ya se les adelanta camino a Galilea. Allí lo verán ustedes. Con esto ya se lo dije todo.» (Evangelio según San Mateo 28, 7)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina