Gefunden 296 Ergebnisse für: Voz

  • Tengo otras ovejas que no son de este corral. A esas también las llevaré; escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño con un solo pastor. (Evangelio según San Juan 10, 16)

  • Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco. Ellas me siguen, (Evangelio según San Juan 10, 27)

  • Al decir esto, gritó con fuerte voz: «¡Lázaro, sal fuera!» (Evangelio según San Juan 11, 43)

  • Padre, ¡da gloria a tu Nombre!» Entonces se oyó una voz que venía del cielo: «Lo he glorificado y lo volveré a glorificar.» (Evangelio según San Juan 12, 28)

  • Los que estaban allí y que escucharon la voz, decían que había sido un trueno; otros decían: «Le ha hablado un ángel.» (Evangelio según San Juan 12, 29)

  • Entonces Jesús declaró: «Esta voz no ha venido por mí, sino por ustedes. (Evangelio según San Juan 12, 30)

  • Pilato le preguntó: «Entonces, ¿tú eres rey?» Jesús respondió: «Tú lo has dicho: yo soy Rey. Yo doy testimonio de la verdad, y para esto he nacido y he venido al mundo. Todo el que está del lado de la verdad escucha mi voz.» (Evangelio según San Juan 18, 37)

  • Entonces Pedro, con los Once a su lado, se puso de pie, alzó la voz y se dirigió a ellos diciendo: «Amigos judíos y todos los que se encuentran en Jerusalén, escúchenme, pues tengo algo que enseñarles. (Hecho de los Apóstoles 2, 14)

  • Los escucharon, y después todos a una elevaron su voz a Dios, diciendo: «Señor, tú hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. (Hecho de los Apóstoles 4, 24)

  • Moisés quedó perplejo ante esta visión y, al acercarse para mirar, oyó la voz del Señor: (Hecho de los Apóstoles 7, 31)

  • Después se arrodilló y dijo con fuerte voz: «Señor, no les tomes en cuenta este pecado.» Y dicho esto, se durmió en el Señor. (Hecho de los Apóstoles 7, 60)

  • Cayó al suelo y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» (Hecho de los Apóstoles 9, 4)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina