Gefunden 208 Ergebnisse für: Servidores

  • Los caldeos respondieron como la primera vez: «Cuente el rey el sueño a sus servidores, y nosotros le daremos la interpretación.» (Daniel 2, 7)

  • Servidores del Señor aalábenlo y ensálcenlo eternamente (Daniel 3, 85)

  • Y Nabucodonosor se acercó a la boca del horno ardiente y dijo: «Sidrac, Misac y Abdénago, servidores del Dios Altísimo, salgan y vengan acá.» Entonces ellos salieron de en medio del fuego (Daniel 3, 93)

  • porque no hemos escuchado la voz de Yavé, nuestro Dios, ni seguimos las leyes que él nos había dado por medio de sus servidores los profetas (Daniel 9, 10)

  • En realidad, el Señor Yavé no hace nada sin comunicárselo antes a sus servidores, los profetas. (Amós 3, 7)

  • Pero mis palabras y mis órdenes que yo había dado a mis servidores, los profetas, se cumplieron en sus padres de tal manera que volvieron a mí y reconocieron: Yavé de los Ejércitos nos ha tratado como lo había resuelto, conforme a nuestra conducta y manera de proceder.» (Zacarías 1, 6)

  • Y dijo a sus servidores: «Éste es Juan Bautista; Juan ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él poderes milagrosos.» (Evangelio según San Mateo 14, 2)

  • El propietario volvió a enviar a otros servidores más numerosos que la primera vez, pero los trataron de la misma manera. (Evangelio según San Mateo 21, 36)

  • por lo que mandó a sus servidores a llamar a los invitados a la fiesta. Pero éstos no quisieron venir. (Evangelio según San Mateo 22, 3)

  • De nuevo envió a otros servidores, con orden de decir a los invitados: He preparado un banquete, ya hice matar terneras y otros animales gordos y todo está a punto. Vengan, pues, a la fiesta de la boda. (Evangelio según San Mateo 22, 4)

  • Los demás tomaron a los servidores del rey, los maltrataron y los mataron. (Evangelio según San Mateo 22, 6)

  • Después dijo a sus servidores: El banquete de bodas sigue esperando, pero los que habían sido invitados no eran dignos. (Evangelio según San Mateo 22, 8)


“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina