Gefunden 25 Ergebnisse für: Resplandor
La Gloria de Yavé se elevó por encima del querubín, en dirección a la puerta del Templo; la nube cubría la Casa y todo el patio quedó inundado del resplandor de la Gloria de Yavé. (Ezequiel 10, 4)
Los guías espirituales brillarán como el resplandor del firmamento; los que educaron al pueblo para que fuera justo brillarán como las estrellas por toda la eternidad. (Daniel 12, 3)
El sol y la luna se oscurecieron y las estrellas retiraron su resplandor. (Joel 4, 15)
Se asemeja a la luz su resplandor, un par de rayos brotan de sus manos. (Habacuc 3, 4)
El resplandor de aquella luz me dejó ciego, y entré en Damasco llevado de la mano por mis compañeros. (Hecho de los Apóstoles 22, 11)
Y si hablamos de cuerpos, el resplandor de los «cuerpos celestes» no tiene nada que ver con el de los cuerpos terrestres. (1º Carta a los Corintios 15, 40)
También el resplandor del sol es muy diferente del resplandor de la luna y las estrellas, y el brillo de una estrella difiere del brillo de otra. (1º Carta a los Corintios 15, 41)
Cuando se dieron leyes grabadas en tablas de piedra, ese ministerio fue rodeado de gloria, a pesar de que no traía más que sentencias de nuerte; eso no obstante, los israelitas no podían fijar su mirada en el rostro de Moisés a causa de su resplandor, aunque era fugaz. (2º Carta a los Corintios 3, 7)
No es como Moisés, que se cubría el rostro con un velo para que los israelitas no vieran el momento en que se apagara su resplandor. (2º Carta a los Corintios 3, 13)
Todos llevamos los reflejos de la gloria del Señor sobre nuestro rostro descubierto, cada día con mayor resplandor, y nos vamos transformando en imagen suya, pues él es el Señor del espíritu. (2º Carta a los Corintios 3, 18)
Se niegan a creer, porque el dios de este mundo los ha vuelto ciegos de entendimiento y no ven el resplandor del Evangelio glorioso de Cristo, que es imagen de Dios. (2º Carta a los Corintios 4, 4)
El es el resplandor de la Gloria de Dios y en él expresó Dios lo que es en sí mismo. El, cuya palabra poderosa mantiene el universo, también es el que purificó al mundo de sus pecados, y luego se sentó en los cielos, a la derecha del Dios de majestad. (Carta a los Hebreos 1, 3)