Gefunden 5999 Ergebnisse für: Dios está conmigo

  • Esta es la primera resurrección. El resto de los muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años. (Apocalipsis 20, 5)

  • ¡Feliz y santo es el que participa en la primera resurrección! La segunda muerte ya no tiene poder sobre ellos: serán sacerdotes de Dios y de su Mesías y reinarán con él mil años. (Apocalipsis 20, 6)

  • Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante el trono, mientras eran abiertos unos libros. Luego fue abierto otro, el libro de la vida. Entonces fueron juzgados los muertos de acuerdo con lo que está escrito en esos libros, es decir, cada uno según sus obras. (Apocalipsis 20, 12)

  • Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia que se adorna para recibir a su esposo. (Apocalipsis 21, 2)

  • Y oí una voz que clamaba desde el trono: «Esta es la morada de Dios con los hombres; él habitará en medio de ellos; ellos serán su pueblo y él será Dios-con-ellos; (Apocalipsis 21, 3)

  • Y el que está sentado en el trono dijo: «Ahora todo lo hago nuevo». Luego me dijo: «Escribe que estas palabras son ciertas y verdaderas.» (Apocalipsis 21, 5)

  • Y añadió: «Ya está hecho; yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed yo le daré de beber gratuitamente del manantial del agua de la vida. (Apocalipsis 21, 6)

  • Esa será la herencia del vencedor: yo seré Dios para él, y él será hijo para mí. (Apocalipsis 21, 7)

  • Me trasladó en espíritu a un cerro muy grande y elevado y me mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que bajaba del cielo de junto a Dios, (Apocalipsis 21, 10)

  • envuelta en la gloria de Dios. Resplandecía como piedra muy preciosa, con el color del jaspe cristalino. (Apocalipsis 21, 11)

  • La muralla está hecha con jaspe y la ciudad es de oro puro, como cristal. (Apocalipsis 21, 18)

  • Las doce puertas son doce perlas, cada puerta está hecha de una sola perla. La plaza de la ciudad está pavimentada con oro refinado, transparente como cristal. (Apocalipsis 21, 21)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina