Gefunden 64 Ergebnisse für: Cuyo

  • Feliz tú, país, cuyo rey es un príncipe bien nacido, y cuyos jefes comen a sus horas, para tomar fuerzas y no para embriagarse. (Eclesiastés (Qohelet) 10, 17)

  • como el navío que corta la espuma del mar, y de cuyo paso no queda huella alguna, ni marca de su quilla en las olas. (Sabiduría 5, 10)

  • Vayan, rápidos mensajeros, al país de gente alta y morena, cuyo pueblo ha sido siempre temible; a la nación vigorosa y conquistadora cuya tierra está surcada por ríos. (Isaías 18, 2)

  • En ese tiempo, el pueblo de gente alta y morena, ese pueblo siempre respetado, la nación vigorosa cuyo territorio está surcado por ríos, le llevará regalos a Yavé de los Ejércitos al lugar de su Nombre, al cerro de Sión. (Isaías 18, 7)

  • Les entrará tanto miedo que huirán sin que nadie los detenga, y sus jefes, espantados, dejarán tirado el estandarte. Esta es palabra de Yavé, cuyo fuego arde en Sión y su horno está en Jerusalén. (Isaías 31, 9)

  • No verás más al pueblo insolente cuyo lenguaje no se puede entender, cuyas palabras te hacen reír y te suenan raras. (Isaías 33, 19)

  • Me voy a desquitar y nadie intervendrá. - dice Yavé de los Ejércitos, nuestro libertador, cuyo nombre es el Santo de Israel. (Isaías 47, 4)

  • Ustedes llevan el nombre de la Ciudad Santa y confían en el Dios de su Padre Israel, cuyo nombre es Yavé de los Ejércitos,. (Isaías 48, 2)

  • Pues así habla el Altísimo, que vive en su morada eterna, y cuyo Nombre es santo: «Yo vivo en lo alto y me quedo en mi santidad, pero también estoy con el hombre arrepentido y humillado, para reanimar el espíritu de los humildes y a los de corazón quebrantado. (Isaías 57, 15)

  • Gente de Israel, Yavé les habla: Estoy trayendo de muy lejos una nación contra ustedes. Es una nación invencible y muy antigua, cuyo idioma desconoces. (Jeremías 5, 15)

  • Pero este pueblo, cuyo corazón es traidor y rebelde, me ha vuelto la espalda y se ha marchado, (Jeremías 5, 23)

  • Esto dice Yavé, que hizo la tierra, dándole forma y firmeza, y cuyo nombre es Yavé. (Jeremías 33, 2)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina