Gefunden 83 Ergebnisse für: Aman

  • en todos los seres vivos, según su generosidad. La distribuyó con largueza a todos los que lo aman. (Sirácides (Eclesiástico) 1, 10)

  • Los que temen al Señor tratan de agradarle; los que lo aman se alimentan de su ley. (Sirácides (Eclesiástico) 2, 16)

  • Los que la sirven se hacen los ministros del Santo, los que la aman son amados del Señor. (Sirácides (Eclesiástico) 4, 14)

  • La mirada del Señor está puesta sobre los que lo aman, es una poderosa protección, un apoyo resistente, un refugio contra el viento ardiente y el sol del mediodía, un sostén contra las caídas, una ayuda en el momento de caer. (Sirácides (Eclesiástico) 34, 16)

  • Alégrense con Jerusalén, y que se feliciten por ella todos los que la aman. Siéntanse, ahora, muy contentos con ella todos los que por ella anduvieron de luto, (Isaías 66, 10)

  • Rogué a Yavé, mi Dios, y le hice esta confesión SSeñor, Dios grande y temible, que guardas la alianza y el amor a los que te aman y observan tus mandamientos. (Daniel 9, 4)

  • Daniel exclamó: «Oh Dios, te acordaste de mí y no has desamparado a los que te aman.» (Daniel 14, 38)

  • Yo les diré: Escuchen, jefes de Jacob, señores de las tribus de Israel. ¿No deberían conocer lo que es justo? ¿Por qué, pues, odian el bien y aman el mal? (Miqueas 3, 1)

  • Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. (Evangelio según San Mateo 5, 46)

  • Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? Hasta los malos aman a los que los aman. (Evangelio según San Lucas 6, 32)

  • Si ustedes me aman, guardarán mis mandamientos, (Evangelio según San Juan 14, 15)

  • pues el Padre mismo los ama, porque ustedes me aman a mí y creen que salí de Dios. (Evangelio según San Juan 16, 27)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina