25. Luego devastaron sus ciudades y cada uno echó piedras en las tierras fértiles, hasta cubrirlas. Taparon los manantiales y talaron los árboles frutales. A los habitantes de Quir Aroset no les dejaron más que sus piedras. Pero los honderos la rodearon y comenzaron a castigarla.





O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina