Encontrados 123 resultados para: volver

  • Comieron y bebieron él y sus acompañantes, y pasaron allí la noche. A la mañana siguiente, cuando se levantaron, él dijo: "Dejadme volver a mi amo". (Génesis 24, 54)

  • Y él les contestó: "Puesto que el Señor ha dado éxito a mi viaje, no me entretengáis; dejadme partir para volver a mi señor". (Génesis 24, 56)

  • y puedo volver sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios (Génesis 28, 21)

  • Cuando Raquel dio a luz a José, Jacob dijo a Labán: "Déjame volver a mi lugar natal, a mi tierra. (Génesis 30, 25)

  • ¡Cómo podría yo volver a mi padre sin el muchacho! ¡Yo no puedo ver la desgracia que afligiría a mi padre!". (Génesis 44, 34)

  • Al volver a casa, Ragüel, su padre, les preguntó: "¿Cómo volvéis hoy tan pronto?". (Exodo 2, 18)

  • Moisés volvió a casa de Jetró, su suegro, y le dijo: "Déjame marchar y volver a mis hermanos, que están en Egipto, para ver si todavía están vivos". Jetró le dijo: "Vete en paz". (Exodo 4, 18)

  • El Señor respondió: "Si su padre le hubiera escupido en el rostro, ¿no estaría ella cubierta de vergüenza durante siete días? Por tanto, que la echen fuera del campamento durante siete días, y luego podrá volver a él". (Números 12, 14)

  • ¿Por qué nos lleva el Señor a esa tierra a morir bajo la espada y entregar nuestras mujeres y nuestros hijos como botín de guerra? ¿No sería mejor volver a Egipto?". (Números 14, 3)

  • La burra, al ver al ángel del Señor apostado en el camino con la espada desenvainada en la mano, se salió del camino y tiró por el campo. Balaán le pegaba para hacerla volver al camino. (Números 22, 23)

  • entonces, una vez sometida la tierra al Señor, podréis volver y quedaréis exonerados ante el Señor y ante Israel, y este territorio será vuestra propiedad en presencia del Señor. (Números 32, 22)

  • porque el homicida debe permanecer en su ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote. Solamente después de la muerte del sumo sacerdote podrá volver a la tierra donde tiene su heredad. (Números 35, 28)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina