Encontrados 808 resultados para: vida sabia

  • pues mi padre luchó por vosotros y expuso su propia vida para libraros del poder de los madianitas, (Jueces 9, 17)

  • Viendo que nadie me socorría, expuse mi vida, ataqué a los amonitas y el Señor los entregó en mi mano. ¿Por qué venís ahora a hacerme la guerra?". (Jueces 12, 3)

  • El ángel del Señor le respondió: "Aunque me quedara, no comería tus manjares; pero, si quieres, prepara un holocausto y ofréceselo al Señor". Manóaj no sabía que era el ángel del Señor, (Jueces 13, 16)

  • Ella dijo: "¡Sansón, los filisteos!". Él se despertó y se dijo: "Saldré como tantas otras veces y me las arreglaré". Pero no sabía que el Señor lo había abandonado. (Jueces 16, 20)

  • Y gritó: "Muera yo con los filisteos". Se agarró con todas sus fuerzas, y el edificio se derrumbó sobre los jefes y sobre todo el pueblo que estaba allí. Fueron más los que mató al morir que los que había matado durante su vida. (Jueces 16, 30)

  • Los de Dan le contestaron: "No alces la voz, no sea que perdamos la paciencia y nos lancemos sobre vosotros con riesgo de tu vida y la de tu familia". (Jueces 18, 25)

  • Matad a todos los varones y a todas las mujeres que no sean vírgenes, pero dejad con vida a las vírgenes". Así lo hicieron. (Jueces 21, 11)

  • Los de Benjamín regresaron, y los israelitas les dieron por mujeres las que habían quedado con vida en Yabés de Galaad; pero no había bastantes para todos. (Jueces 21, 14)

  • y le hizo esta promesa: "¡Oh Señor todopoderoso!, si quieres mirar la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y me das un hijo varón, yo lo consagraré al Señor por todos los días de su vida, y la navaja no pasará por su cabeza". (I Samuel 1, 11)

  • Ahora yo se lo doy al Señor; estará dedicado al Señor todos los días de su vida". Después adoraron al Señor. (I Samuel 1, 28)

  • El Señor da la muerte y da la vida, hace bajar al abismo y hace subir de él. (I Samuel 2, 6)

  • Dile que yo condeno a su casa para siempre, porque él sabía que sus hijos maldecían a Dios y no los corrigió. (I Samuel 3, 13)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina