Encontrados 134 resultados para: victoria de Jericó

  • En Transjordania, al este de Jericó, en la meseta del desierto: Béser, de la tribu de Rubén; Ramot Galaad, de la tribu de Gad, y Golán-Basán, de la tribu de Manasés. (Josué 20, 8)

  • En Transjordania, frente a Jericó, de la tribu de Rubén, como ciudades de refugio para los homicidas: Béser, en el desierto, y Yahás, en la llanura, (Josué 21, 36)

  • Pasasteis el Jordán y llegasteis a Jericó. Los jefes de Jericó combatieron contra vosotros, así como los amorreos, los fereceos, los cananeos, los hititas, los guirgaseos, los heveos y los jebuseos, pero yo los entregué en vuestras manos. (Josué 24, 11)

  • Barac respondió: "Si vienes tú conmigo, iré; pero si no vienes, no iré, porque yo no sé en qué día el ángel del Señor me dará la victoria". (Jueces 4, 8)

  • Devorado por la sed, clamó al Señor: "Tú me has dado esta gran victoria, ¿y ahora me voy a morir de sed y a caer en manos de esos incircuncisos?". (Jueces 15, 18)

  • Ana oró de esta manera: "Tengo el corazón alegre gracias al Señor, la frente alta gracias a Dios y la boca abierta contra mis enemigos; yo me regocijo en tu victoria. (I Samuel 2, 1)

  • Jonatán dijo a su escudero: "Vamos, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos. Quién sabe lo que el Señor hará por nosotros, porque nada impide al Señor dar la victoria con muchos o pocos". (I Samuel 14, 6)

  • y todos reconocerán que no es por la espada ni por la lanza como el Señor da la victoria, porque la batalla es de Dios y os entregará en nuestras manos". (I Samuel 17, 47)

  • Él expuso su propia vida, mató al filisteo y el Señor dio una gran victoria a todo Israel. Lo viste tú mismo y te alegraste. ¿Por qué quieres hacerte reo de sangre inocente, matando a David sin razón?". (I Samuel 19, 5)

  • David puso guarniciones en Siria de Damasco, y los sirios le quedaron sometidos y le pagaron tributo. El Señor daba la victoria a David por dondequiera que iba. (II Samuel 8, 6)

  • Puso guarniciones en Edón, y los edomitas quedaron sometidos a David. El Señor daba la victoria a David por dondequiera que iba. (II Samuel 8, 14)

  • Cuando David se enteró, mandó que les saliesen al encuentro, y que les dijesen: "Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba y luego vendréis". (II Samuel 10, 5)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina