Encontrados 36 resultados para: tranquilo

  • Si te agotas corriendo con los de a pie, ¿cómo podrás competir con los de caballería? Si no estás seguro en un país tranquilo, ¿qué harás en la espesura del Jordán? (Jeremías 12, 5)

  • Y tú, siervo mío Jacob, no temas -dice el Señor-; no te espantes, Israel; yo te sacaré de tierras lejanas, y a tu descendencia, del país de su destierro. Jacob volverá a vivir tranquilo y en paz, sin que nadie lo inquiete. (Jeremías 30, 10)

  • Tranquilo ha vivido Moab desde su juventud; descansaba como vino en su poso, sin haber sido trasvasado jamás, sin haber partido al destierro. Por ello ha conservado su sabor y su aroma no se ha alterado. (Jeremías 48, 11)

  • ¡En pie, subid contra un pueblo tranquilo, que vive confiado -dice el Señor-, que no tiene puertas ni cerrojos y habita solitario! (Jeremías 49, 31)

  • Por eso, hijo de hombre, profetiza y di a Gog: Esto dice el Señor Dios: Sí, aquel día, cuando mi pueblo Israel viva tranquilo, tú lo sabrás (Ezequiel 38, 14)

  • Yo, Nabucodonosor, estaba tranquilo en mi casa, viviendo felizmente en mi palacio, (Daniel 4, 1)

  • He oído, y estoy profundamente conmovido; a tu voz tiemblan mis labios; estoy completamente descompuesto, mis pasos vacilan al andar. Tranquilo espero el día de la angustia, que ha de caer sobre el pueblo que nos asalta. (Habacuc 3, 16)

  • Al saber esto, Jesús se fue de allí en una barca a un lugar tranquilo y solitario; la gente, al enterarse, lo siguió a pie desde las ciudades. (Mateo 14, 13)

  • Él les dijo: "Venid conmigo a un lugar retirado y tranquilo y descansad un poco". Porque eran tantos los que iban y venían, que no tenían tiempo ni para comer. (Marcos 6, 31)

  • Y se fueron en la barca a un lugar tranquilo ellos solos. (Marcos 6, 32)

  • mi corazón no estaba tranquilo por no haber encontrado a Tito, mi hermano. Me despedí de ellos, y partí para Macedonia. (II Corintios 2, 13)

  • Cuando llegué a Macedonia tampoco pude estar tranquilo; encontré dificultades por todas partes; por fuera conflictos, por dentro temores. (II Corintios 7, 5)


“Quando o dia seguinte chegar, ele também será chamado de hoje e, então, você pensará nele. Tenha sempre muita confiança na Divina Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina