Encontrados 2237 resultados para: todo es vanidad

  • Por lo cual debió hacerse en todo semejante a sus hermanos, para convertirse en sumo sacerdote misericordioso y fiel ante Dios, para alcanzar el perdón de los pecados del pueblo. (Hebreos 2, 17)

  • Pues en cierto pasaje dijo acerca del séptimo día: Y Dios descansó de todo su trabajo el séptimo día. (Hebreos 4, 4)

  • Y no hay criatura alguna que esté oculta ante ella, sino que todo está desnudo y descubierto a los ojos de aquel a quien debemos dar cuenta. (Hebreos 4, 13)

  • Pues no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, ya que fue probado en todo a semejanza nuestra, a excepción del pecado. (Hebreos 4, 15)

  • Porque todo sacerdote es elegido de entre los hombres para representar a los hombres ante Dios y ofrecer dones y sacrificios por los pecados, (Hebreos 5, 1)

  • y que a pesar de todo recayeron, es imposible que se renueven otra vez por la penitencia, ya que de nuevo crucifican por su cuenta al Hijo de Dios y le declaran infame. (Hebreos 6, 6)

  • y a quien Abrahán dio la décima parte de todo; cuyo nombre se interpreta en primer lugar como "rey de justicia", y también como rey de Salén, es decir, "rey de paz", (Hebreos 7, 2)

  • Aquellos que de la tribu de Leví reciben el sacerdocio tienen el mandato, según la ley, de exigir la décima parte de todo al pueblo, es decir, a sus hermanos, aunque también ellos pertenezcan a la posteridad de Abrahán; (Hebreos 7, 5)

  • En efecto, todo sumo sacerdote es instituido para ofrecer dones y sacrificios; por lo cual es necesario que éste tenga también algo que ofrecer. (Hebreos 8, 3)

  • Éstos realizan un culto que es la imagen y sombra de las realidades celestes, según le fue advertido divinamente a Moisés cuando iba a construir el tabernáculo: Mira y hazlo todo según el modelo que se te ha mostrado en la montaña. (Hebreos 8, 5)

  • y sobre el arca, los querubines de la gloria cubrían con su sombra el propiciatorio. No es éste el lugar para hablar de todo esto en detalle. (Hebreos 9, 5)

  • En efecto, Moisés, después de haber promulgado ante el pueblo todos los mandamientos según estaban escritos en la ley, tomó la sangre de machos cabríos y de becerros, con agua, lana escarlata y el hisopo, y roció con ella el libro mismo y a todo el pueblo, (Hebreos 9, 19)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina