Encontrados 167 resultados para: tengo
Porque yo sé bien los proyectos que tengo sobre vosotros -dice el Señor-, proyectos de prosperidad y no de desgracia, de daros un porvenir lleno de esperanza. (Jeremías 29, 11)
¿Es para mí Efraín un hijo tan querido, un niño que hace mis delicias? Pues cada vez que lo amenazo me vuelvo a acordar de él, se me conmueven las entrañas y tengo compasión de él -dice el Señor-. (Jeremías 31, 20)
"Mira, Janamel, hijo de tu tío Salún, vendrá a decirte: Cómprame el campo que tengo en Anatot, puesto que tú tienes el derecho de rescate para adquirirlo". (Jeremías 32, 7)
En efecto, conforme a la palabra del Señor, Janamel, mi primo, vino a verme, al patio de la prisión, y me dijo: "Compra el campo que tengo en Anatot, en la tierra de Benjamín, porque tú tienes el derecho de propiedad y el de rescate para adquirirlo". Comprendí que era una orden del Señor, (Jeremías 32, 8)
Vienen días -dice el Señor- en que yo cumpliré la promesa que tengo hecha a la casa de Israel y a la casa de Judá. (Jeremías 33, 14)
Luego Jeremías dio esta orden a Baruc: "Yo tengo un impedimento y no puedo ir al templo del Señor. (Jeremías 36, 5)
El rey Sedecías mandó a buscar al profeta Jeremías a la tercera puerta del templo del Señor; el rey dijo a Jeremías: "Tengo que preguntarte una cosa, no me ocultes nada". (Jeremías 38, 14)
El rey Sedecías dijo a Jeremías: "Tengo miedo a los judíos que se han pasado a los caldeos; si caigo en sus manos me maltratarán". (Jeremías 38, 19)
Efraín..., ¿qué tengo yo que ver con los ídolos? Yo lo atenderé y lo protegeré. Yo soy como un pino siempre verde; de mí procede todo fruto. (Oseas 14, 9)
Pero Dios dijo a Jonás: "¿Piensas que tienes razón al enfadarte por este ricino?". Él respondió: "Sí, tengo razón de enfadarme hasta la muerte". (Jonás 4, 9)
¡Señor, he conocido tu fama; Señor, tengo un gran respeto por tu obra! ¡Hazla revivir en nuestro tiempo, en nuestro tiempo dala a conocer y en la ira acuérdate de compadecerte! (Habacuc 3, 2)
Porque yo, que soy un hombre sujeto al mando, tengo bajo mis órdenes soldados, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace". (Mateo 8, 9)