Encontrados 156 resultados para: tarde

  • El que toque un objeto cualquiera que haya estado debajo del paciente, será impuro hasta la tarde, y el que lo transporte, lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 10)

  • Todo aquel a quien toque el paciente, sin haberse lavado previamente las manos, lavará sus vestidos, se bañará y será inmundo hasta la tarde. (Levítico 15, 11)

  • Cuando un hombre haya tenido un derrame de semen, lavará con agua todo su cuerpo y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 16)

  • Cualquier vestido de paño o cuero en que caiga parte del semen será lavado con agua y quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 17)

  • Cuando un hombre y una mujer se acuesten juntos y tengan relaciones sexuales, los dos se lavarán con agua y serán impuros hasta la tarde". (Levítico 15, 18)

  • "Cuando una mujer tenga su período normal de menstruación, será considerada impura durante siete días. El que la toque será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 19)

  • El que toque su lecho, lavará sus vestidos, se bañará con agua y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 21)

  • El que toque un mueble en el que ella se haya sentado, lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 22)

  • El que toque lo que está sobre su lecho o sobre su asiento será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 23)

  • El que los toque será impuro, lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 27)

  • El indígena o extranjero residente que comiere carne muerta o destrozada por las fieras, lavará sus vestidos, se bañará y será impuro hasta la tarde; entonces será puro. (Levítico 17, 15)

  • el que haya tenido alguno de estos contactos, será impuro hasta la tarde; no podrá comer de las cosas santas si primero no ha lavado su cuerpo con agua. (Levítico 22, 6)


“Reze pelos infiéis, pelos fervorosos, pelo Papa e por todas as necessidades espirituais e temporais da Santa Igreja, nossa terna mãe. E faça uma oração especial por todos os que trabalham para a salvação das almas e para a glória do nosso Pai celeste.” São Padre Pio de Pietrelcina